La historia te llega al corazón. Está contada desde la perspectiva de un niño de 9 años, Bruno, hijo de un oficial nazi que abandona Berlín con su hermana Gretel de 12 años y su madre, cuando destinan a su padre al campo de concentración de Auschwitz. El relato juega con la contraposición entre la realidad y la mirada ingenua del protagonista.
Bruno conoce a un niño judío a Shmuel, un polaco que vive tras la inmensa alambrada. Todos los días ambos charlan un rato. A veces Bruno lleva algo de comida a su amigo. El niño alemán, que no tiene ni idea de lo que está sucediendo y de quien es en realidad su padre, casi llega a sentir envidia por su amigo. Cree que el juega con otros niños y no se siente tan solo como él por haber tenido que abandonar Berlín...
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