“Matar a un ruiseñor” de Happer Lee.
Matar a un ruiseñor fue
publicada en la era de la lucha por los derechos civiles. Pronto se convirtió
en algo más que una novela. La película en la que Gregory Peck interpretaba a uno
de los personajes centrales, Atticus Finch, contribuyó a ello. La novela recibió el premio Pulitzer y vendió más de
cuarenta millones de ejemplares.
Aunque vi la película
hace años no había leído la novela de esta escritora estadounidense, que nos
traslada a la vida en su pueblo durante los años de la Gran Depresión. La
historia muestra a una comunidad dominada por los prejuicios raciales,
por la desconfianza hacia lo diferente y la rigidez de los vínculos familiares
y vecinales.
He disfrutado mucho leyéndola y la recomiendo sin
duda alguna porque, entre otras cosas, nos enseña a respetar al prójimo y a
ponerse su piel.
“Un respetado hombre en su comunidad y modelo de
rectitud, defiende a un hombre afroamericano acusado falsamente de la violación
de una mujer blanca, en el marco de un Sur muy racista, donde los prejuicios
por el color de la piel le supone la condena. La defensa de este hombre
acarreará a Atticus muchas dificultades con sus vecinos racistas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario