La novela de Alfonso Goizueta, finalista del Premio Planeta 2023, nos cuenta la historia de Alejando Magno. Uno de los generales militares más importantes del mundo. Venció al Imperio Persa y conquistó un inmenso territorio que se extendía desde su Grecia natal hasta parte de la India.
No puedo negar que la lectura me haya resultado interesante, entretenida, pero comparando con otras novelas históricas ambientadas en Roma y Grecia no la situaría precisamente en primer lugar.
Me ha resultado curiosa la imagen que nos transmite el autor sobre Alejandro Magno, una figura histórica siempre controvertida. Nos muestra a un hombre lleno de contradicciones, demasiado influenciable, ególatra, tiránico, ambicioso y caprichoso. Dominado por dos obsesiones, ir más allá de los límites del mundo conocido y parte del que todavía no lo era, e igualarse con los dioses.
Nos convenza más o menos la versión que aporta el autor de la novela, los historiadores señalan que “Alejando Magno fue un líder militar admirado por sus soldados. Obtuvo la lealtad y el respeto de sus comandantes y soldados por su valentía, determinación y capacidad para compartir con ellos los riesgos en el campo de batalla. Logró unir bajo su mandato a personas de muchas razas, lenguas y religiones. Llevó la cultura griega hasta el mismo corazón de Asia. No pretendía el dominio de unos sobre otros, pensaba que todas las creencias y saberes debían coexistir”.
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