La escritora británica Santa Montefiore, con una historia sencilla y amena, nos traslada a un condado próximo a Londres donde vive una familia de clase alta. A través del día a día de Antoinette Frampton, de sus tres hijos y su suegra, la autora aborda dos temas importantes. La pérdida de un ser querido, y la necesidad de saber perdonar a los demás para ser feliz y no convertirse en una persona resentida viviendo estancada en el pasado.
Durante el funeral la familia Frampton conocerá a una joven muy especial que cambiará sus vidas para siempre. Cada personaje de la historia, la viuda, el hijo ambicioso, el díscolo y el más responsable, y la madre del fallecido, una lady inglesa tradicional y muy inquisitiva, aprenderán a aceptarse y a quererse para seguir adelante.
La autora nos va mostrando el crecimiento personal de cada uno de los personajes, y al final vas empatizando con todos. Aunque en algunos momentos resulta un poco empalagoso que todos sean tan guapísimos y sus casas y entorno tan espectaculares. Lo mejor de la novela es el mensaje que nos ofrece: el perdón. Perdonar a los demás y perdonarse a uno mismo para vivir en paz.
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