El
18 de febrero asistí a la conferencia ‘No me quieras tanto, quiéreme mejor’
impartida por Carmen Ruiz Repullo, doctora en Sociología y licenciada en
Ciencias Políticas. Premio Meridiana 2017 por la labor en materia de
coeducación y prevención de la violencia de género en jóvenes.
Carmen
Ruiz imparte formación en materia de género y prevención de la violencia de
género a profesorado, alumnado, familias y personal técnico de administraciones
públicas. Para mostrar a los adolescentes de qué manera se accede al peligroso
círculo de las relaciones tóxicas y violentas, y detectar posibles situaciones
de maltrato al verse reflejados en ellas creó ‘La historia Pepa y Pepe’.La
socióloga representa la violencia de género en una escalera que ambos
protagonistas, adolescentes que acaban de comenzar una relación, van subiendo
peldaños. En cada escalón, Pepe controla un poco más a Pepa. Esta historia con
la que lleva trabajando más de quince años está basada en hechos reales, en lo
que las jóvenes le contaban en sus charlas y talleres.
Durante
la charla, organizada por el Centro de Atención Especializada para Mujeres Víctimas
de Violencia, CAVI, la ponente habló de los mitos y creencias en torno al amor.
Comparto
a continuación algunas de las cosas que escuchamos.
“Los
mitos del amor nos hacen creer que cuando más duele el amor más felicidad. Este
mito genera una consecuencia: el amor no se encuentra presente en la
tranquilidad afectiva”.
“Hay
muchos tipos de amor, muchos mitos. El
amor platónico inculca la idea de la idealización. Te enamoras del ideal, de lo
que crees que es. Luego, la realidad es bien distinta. En el amor pasional (se
da mucho en las telenovelas) se lanza la idea de que hay que sufrir por amor,
que algo cambiará y que algún día llegará todo lo bueno. En el amor romántico,
el amor para siempre, prima la idealización y la división de roles. Mujer:
entrega, subordinación, renuncia y sacrificio. Hombre: protección, seguridad y
sexualidad. Por amor la mujer se da por entero, renuncia a todo. Si la historia
sale mal, marca, deja huella, hace mucho daño”.
“El
mito de la pasión eterna es la creencia que sostiene que la pasión amorosa del
principio debe durar para siempre en la relación. Las investigaciones sobre
este tema, como la de Fisher (2004), ya advierten de la ‘fecha de caducidad’ de
la pasión vivida en un principio. El enamoramiento dentro de la relación se va
ajustando con el tiempo dando lugar a otras formas pasionales, otras formas de
pasión que se van gestando en la relación a lo largo del tiempo”.
“El
mito de la media naranja expresa la idea de que las personas estamos
predestinadas. Está basada en el ideal de complemento. La felicidad de mi vida
está basada en el encuentro con otra persona, mi pareja.”
“El
mito del emparejamiento es la idea que sostiene que la pareja, al igual que la
monogamia, son algo universal y natural en todas las culturas. Esa creencia
deja fuera de lo ‘normativo’ a aquellas personas que no cumplen con el
‘esperado fin’ de tener pareja, y menos heterosexual”.
“Los
cuentos tradiciones ofrecen distintos tipos de mujer. Los podemos clasificar
como, mujer blanca: pura, buena, guapa, limpia, reservada. Mujer roja: rebelde,
amante, libre, atractiva, luchadora. Y mujer negra: sola, solterona, amargada,
fea y bruja. Desde pequeñas nos dicen que debemos ser mujer blanca”.
“Cuando
trabajo con el alumnado muchos creen que un poco de celos en la pareja es
bueno. Y cuánto es un poco o un mucho les digo en los talleres que hago con
ello. Usamos el ‘celómetro’. Primero se empieza con las bromas (esa faldita no
me mola, por qué has saludado a ese etc.) luego los enfados, el careto, las
peleas. Los celos nunca se pueden entender como una forma de pasión. Si tu
pareja te quiere no te controla, no te aísla, no te limita, te respeta”.
“Para
los padres que piensen que no hay que hablar de relaciones de pareja, de educación
sexual a los niños pequeños, deciros que muchas criaturas están teniendo
relaciones sin la información ni formación adecuadas. Alucinaríais si os cuento
lo que me dicen y preguntan en Educación Primaria. Hay que abrir los ojos a la
realidad porque hay niñas de 12 años saliendo con chicos de 16, y de 15 con
chicos de 20, que ya están sufriendo violencia de género. Solo se denuncia un
20%”.
“A
las niñas se las hipersexualiza desde muy pequeñas, ojo con esto. Luego, a los
quince años no le digas a tu hija que así vestida no sale a la calle. Es lo
mismo que con los móviles, si le das a un niño de dos años el móvil, la tablet
para que te deje tranquilo, no pretenderás negárselo a los doce”.
“Mucha
atención también con dividir a las chicas, a las mujeres, como decentes o
guarras. En el segundo caso las estás poniendo en riesgo. Como ella no se
respeta a sí misma, pues yo tampoco. Si sufre una agresión sexual, ella se lo
ha buscado”.
“No
nos han enseñado a querer, educación en el amor. Aprender a quererse a sí
mismo. El alumnado con el que trabajo me pregunta, y cómo saber cuándo alguien
te quiere. Te quiere cuando te respeta, dialoga, comparte, conversa. Cuando
tienes libertad para quedarte o para irte”.
“El
verdadero amor es el que se da entre personas libres e iguales. Tu pareja no
tiene que ser el pilar de tu vida, no puedes depender en todo constantemente de
él/ella. No puedes centrar todo tu tiempo, tu existencia en el otro. Hay cosas
que son innegociables. Si no hay libertad para estar y para irse, si te limita,
si no te aporta, dale puerta”.
“La
escalera cíclica de la violencia de género en la adolescencia se sube peldaño a
peldaño. Los peldaños se agrupan en tres tramos. El primer tramo es el que más
rápido se sube.
Primer
tramo.
1º
peldaño, control de ubicación, amistades, estético, redes sociales y móvil.
2º
peldaño, aislamiento de amistades, hobbies y familia.
3º
peldaño, chantaje y culpabilización.
4º
peldaño, agresión sexual bajo falso consentimiento. ¿Se mantienen siempre relaciones
cuando realmente se quiere?
Segundo
tramo.
5º
peldaño, desvalorizaciones, humillación, insulto, minando la autoestima.
6º peldaño,
intimidación (lanza una patada a la papelera, un puñetazo a la pared. Te avisa
de que el próximo golpe irá hacia ti)
7º
peldaño, amenazas, cultura del miedo.
8º
peldaño, agresiones físicas iniciales (empujones, etirones de pelo etc.)
Tercer
tramo.
9º
peldaño, agresión sexual con fuerza.
10º
peldaño, violencia y agresión física severa”.
“Se
tiende a culpabilizar a la víctima por subir los escalones, yo les digo esto a
los adolescentes. Si intentas meter a una rana viva en una olla de agua muy
caliente, el animal huirá al instante. Si la metes con el agua a temperatura
ambiente y vas calentando poco a poco, la rana estará demasiado débil para huir
cuando el agua empiece a hervir. Hay que apoyar a Pepa, poner la mano para que salte,
o agarrarla y sacarla. El único culpable es el que agrede, jamás la víctima.
Para que una chica pueda salir de esa escalera tiene que estar toda la sociedad
apoyando”.
“Si
no me quieren no me voy a matar para que me quieran. Me tengo que querer yo. Cuando una pareja deja de quererse no pasa
nada, no hay que vivirlo como un fracaso. No podemos caer en el mito de que el
amor todo lo puede, y que a este lo cambio yo, tengo el poder de salvarlo. Ni
tampoco en el mito de la media naranja, pensar que la soledad se acaba cuando
estás en pareja. Ni en el amor romántico, me perteneces y mando en ti”.
“Qué
nos transmite lo que conocemos como amor romántico. Entrega total, hacer de la
otra persona lo más importante de mi vida. Vivir experiencias de felicidad y
sufrimiento. Perdonar y justificar todo en nombre del amor. Estar todo el
tiempo con la otra persona. Desesperar ante la idea de una ruptura. Pensar todo
el tiempo en la otra persona. Idealizar a la otra persona. Hacer todo juntos. Todo esto no es sano”.
“Los
medios de comunicación muestran modelos de pareja basados en unos roles de
género sexistas tanto para chicas como para chicos”.
“El machismo, el pilar del patriarcado, es una
semilla muy bien sembrada y regada. El machismo, privilegios a costa de las
mujeres, es social y cultural y lo practican tanto hombres como mujeres. Os
animo a los hombres a ser diferentes, a acabar con esto, porque también os
perjudica”.
“Qué
potencia y defiende la masculinidad hegemónica. No ser mujer, no ser
homosexual, ser fuerte, tener paciencia, ser competitivo, no expresar debilidad
ni sentimientos. La masculinidad hegemónica conlleva ciertos riesgos, causa
absentismo y abandono escolar, accidentes de tráfico, suicidios, consumo de
drogas y prisión. Ser hombre no es un punto de llegada sino un proceso de
demostración continua. La masculinidad siempre está en duda y depende de pasar
cada una de las pruebas”.
“Con
educación y pedagogía se puede transformar, generar un cambio social. La
ciudadanía tiene un poder enorme. La escuela tiene la obligación de educar en
igualdad, porque en algunos hogares no se hace. Sin igualdad no hay
democracia”.
“La
tecnología, las redes sociales, el móvil es un espacio más, un vehículo, un
instrumento en nuestras vidas. El que tiene valores, el que es buena persona,
lo es en Instagram y en la cafetería. Las nuevas tecnologías no son responsables
de un modelo de amor”.