jueves, 24 de febrero de 2022

La Bestia

 

 

La novela de Carmen Mola (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero) galardonada con el Premio Planeta 2021 me ha parecido un buen thriller, ambientado en el Madrid de 1834 durante la epidemia de cólera y el comienzo de las guerras carlistas.

La novela resulta muy amena, de lectura ágil, con un personaje central sobre el que gira todo y varios personajes secundarios con papeles destacados en el relato. Las escenas están muy bien trabajadas, mantienen el interés, la intriga, la tensión de principio a fin. La historia te engancha y entretiene desde el principio, no quieres dejar de leer.

Me ha gustado mucho esta novela, aunque en algunos momentos me recordaba otras historias similares sobre sociedades secretas, ritos no exentos de supersticiones y crueldad extrema, luchas de clases, de poder, intrigas.

 

 

Sinopsis

 

Corre el año 1834 y Madrid sufre una terrible epidemia de cólera. En los arrabales aparecen cadáveres desmembrados de niñas que nadie reclama. Todos los rumores apuntan a un ser a quien nadie ha visto pero al que todos temen.

Cuando la pequeña Clara desaparece, su hermana Lucía, junto con Donoso, un policía tuerto, y Diego, un periodista buscavidas, inician una frenética cuenta atrás para encontrar a la niña con vida. En su camino tropiezan con fray Braulio, un monje guerrillero, y con un misterioso anillo de oro con dos mazas cruzadas que todo el mundo codicia y por el que algunos están dispuestos a matar.

martes, 22 de febrero de 2022

Cómo hacer que te pasen cosas buenas

 

 

Qué cosas tan sorprendentes suceden a veces. Este libro de la doctora Marian Rojas Estapé me lo dejó mi hija hace ya bastante tiempo. Y por una u otra causa, por otras lecturas que me llamaban más, siempre lo iba posponiendo.

Hace unos días decidí llevármelo a rehabilitación (Me diagnosticaron y la mutua me dio la baja laboral en diciembre, por tener en el hombro izquierdo una Capsulitis Adhesiva, más conocido como hombro congelado, una patología que genera mucho dolor y pérdida de movilidad y fuerza) para estar ocupada mientras paso por los aparatos y para distraer la mente, y no anticiparme a si el fisioterapeuta me va a hacer más o menos daño.

Creo que puedo decir que el destino, la intuición, sexto sentido, o lo que sea, ha decidido que este era el momento preciso de leerlo. No me descubre la luna porque he leído mucho sobre inteligencia emocional, pero toda lectura siempre suma, aporta algo nuevo. No puedo negar que este libro me ayuda a entender mejor ciertas sensaciones y malestares.

Sin lugar a dudas, aunque estéis estupendamente os lo recomiendo. Conviene leerlo despacito, sin prisas, volviendo a veces hacia atrás. Igual me lo tengo que leer otra vez, para ir tomando apuntes y hacerme cartelitos. Porque es verdad, y no me da reparo decirlo, no me quiero mucho. Pero se puede aprender a valorarse, entenderse y aceptarse más y mejor.

Marian Rojas nos dice que “la felicidad consiste en vivir instalado de forma sana en el presente. Muchos de los trastornos que padecemos provienen de la incapacidad de gestionar nuestro presente. La felicidad no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa. Hay que aprender a enfocar la atención, combatir miedos, angustias, canalizar emociones negativas que llegan a bloquear física y mentalmente”.

Las emociones y pensamientos tienen un impacto directo en el organismo, en la percepción de la realidad. La manera de gestionar los conflictos predispone a sufrir ansiedad y depresión, las enfermedades más frecuentes del siglo XXI.

Nos dice Marian Rojas que, "mucho antes de enfermar, el cuerpo nos ha ido mandando señales de alerta en forma de molestias, debilidad o dolencias. El cuerpo no cesa de comunicarse con nosotros, ansiando lograr el equilibrio y la paz".

"Vivimos en una sociedad que nos incita a bloquear y anular emociones. Esto se debe a que parece que sentir o emocionarse es un signo de debilidad o de falta de fortaleza. Reprimir una emoción equivale a no aceptarla. Se quedan encajadas y enquistadas en el subconsciente. De una u otra forma aflorarán perturbando entonces profundamente nuestro equilibrio".

"Una actitud adecuada y sana puede ser la medicina natural más poderosa a nuestro alcance, y quizá la menos tenida en cuenta".

Los Vencejos

 

 

Cuando comencé a leer esta novela de Fernando Aramburu el personaje principal, Toni, un profesor de instituto enfadado con el mundo que ha decidido poner fin a su vida dentro de un año, empezó a incomodarme de tal modo que ganas me daban de arrojar el libro al suelo. 

Hacía mucho tiempo que un personaje de novela no generaba en mí semejante animadversión. A veces leyendo me sorprendía a mí misma hablando, bueno, mejor dicho, insultando al personaje en voz alta. Tanta crudeza, queja, rabia. Tanto realismo, ironía, imperfección y miseria humana no me dejaban indiferente.

Me costó bastante leer la novela. La aparté durante un tiempo por otras lecturas, y luego la retomé y leí ya seguida. Es muy visceral, dura, sincera, hiriente. Y quizás demasiado larga. Toca temas muy variados y actuales. Divorcios, amistad, maltrato, lesbianismo, relaciones entre padres e hijos, hermanos, suegros, con mujeres y mascotas. 

La amistad cobra especial protagonismo, y el mensaje de que sólo el amor da sentido a la vida. No sabría decir si me atrevo o no a recomendar su lectura. Por un lado, resulta tan hiriente y pesimista, y por otro, tan real, reflexiva y esperanzadora.