Me ha gustado mucho la novela de Arantza Portabales, de principio a fin. Desde el primer momento engancha, resulta amena, fluida y entretenida. Un trepidante thriller policíaco, con estilo elegante, sobrio, que no te deja respirar hasta el final. Nada es lo que parece y nadie es quien dice ser. Sin duda alguna os recomiendo este libro que nos mantiene en vilo hasta el final. Nos habla de relaciones tóxicas, falsas apariencias, culpas, sospechas, celos, envidias.
En una lujosa casa de las afueras de Santiago de Compostela se produce un asesinato. Los inspectores Ana Barroso y Santi Abad irán destapando los secretos de los Alén Somoza, una de las familias más poderosas y adineradas de la alta sociedad gallega.
La autora, con saltos temporales continuos, nos va dando a conocer a unos personajes con gran carga emocional, todos vinculados con la víctima. Los protagonistas cada vez nos parecen más cercanos y sospechosos. A lo largo de la trama la autora nos va dejando pistas, nos adelanta cosas que los investigadores desconocen. Con gran maestría consigue que no puedas dejar de leer. El final resulta inesperado, magnífico.