jueves, 1 de enero de 2015

Ampliación de contrato.




Si la vida nos da la oportunidad de vivir 365 días más, hagámoslo a fondo con coherencia y mucho sentido común. En mi caso procuraré hacerlo como el caballo de la imagen galopando con energía, decisión, seguridad, equilibrio y libertad. Si nos amplían el contrato caminemos por la vida de la mano de las personas que más queremos y valoramos. Mirando con otros ojos. Escuchando, sonriendo y agradeciendo mucho más simplemente por estar aquí y ahora. Cambiemos de actitud. Aprendamos a gestionar bien nuestros momentos de tristezas y de felicidad, que sin duda nos traerá este 2015 recién estrenado. Porque en el paquete de la vida va todo incluido.

Vivir es un desafío, una aventura continua. Y hay que emplearse a fondo porque llega un momento que la vida no nos ofrece más prórrogas. No vivamos en una burbuja irreal, o tras unas colmenas para tratar de protegernos y esquivar ataques. Engánchate a la vida y procura ser feliz. Cuidado con el miedo que te atrapa y no te suelta. No deberíamos perder un segundo de disfrutar de lo que tenemos lamentándonos por lo que nos falta. En la vida a todos se nos presentan pruebas y obstáculos que vencer.  Simplemente acepta y sigue. Cada minuto que inviertas en remendar penas y ser refugio de llantos y pesares, con nobleza y elegancia, te harás más grande, más fuerte, más valioso y necesario. Estarás fortalecido, e inmunizado contra la cobardía, la indiferencia, la vulgaridad, la envidia y la idiotez.

Hace unas horas me comentaban por WhatsApp un grupo de amigas, lejos físicamente pero cerca en espíritu y corazón, que “somos responsables de nuestra felicidad. Somos fruto de lo vivido y de lo aprendido. Somos inmensamente afortunados por estar en este mundo, aunque haya momentos en la vida que no nos lo parezca. Deberíamos despedir bien cada día como si se tratara del final de todo un año, para comenzar el siguiente motivados, cargados de deseos y con alegría. Tenemos que decidir siempre, porque nos lo merecemos, ser felices. Por muy oscura y amenazante que venga la nube. Y considerarnos dichosos, afortunados simplemente por vivir.
La vida no es fácil. A veces demasiado enrevesada y decepcionante. Si se portaron fatal contigo, no hagas tú lo mismo con los demás. No induzcas nunca a ofender o hacer daño. Cuestiona lo menos posible a los demás y respétales.
Hay que mostrar las manos abiertas. No cerrarnos ni cerrar puertas. No olvidemos nunca que somos capaces de casi todo. Tenemos recursos suficientes para conseguir todo aquello que nos propongamos desde el corazón, pero sin dejar de escuchar a la razón. Hagamos siempre recuento de nuestras fortalezas”.

Que afortunados son los que siempre resultan capaces de encontrar algo bueno en lo malo. Los que saben satisfacer a los demás sin traicionarse a sí mismos. Cada uno de nosotros tiene que quererse y cuidarse. Perdonarse y premiarse sin esperar que otros lo hagan por ellos. Tendremos que reconstruirnos una y otra vez. No podemos dejar de vivir. Cometeríamos una grave falta hacia los que han visto rescindido su contrato, antes de lo que marcaba la ley de la vida. La cosa es avanzar, crecer, superarse aprendiendo de aciertos y errores.Tu vida con sus matices es parecida a la de otros. No lo olvides. Trátales bien. 2015 puede y debe ser un buen año. De nosotros depende. 

1 comentario:

  1. Primera vez que veo tu blog, me ha gustado tu post y la forma de enfocar este nuevo año: una prórroga del contrato de la vida que nos ha tocado vivir, mejor o peor, pero llena de momentos...unos felices otros no tanto... pero todos ellos llenos de aprendizaje.

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