Con los libros de Camila Läckberg siempre he disfrutado mucho, ambientados en distintas zonas de Suecia, clasificados como novela negra, de misterio, policíacas, enganchan de principio a fin. Admiro la maestría de la autora para enlazar presente y pasado sin que se pierda el suspense, y su capacidad para mostrarnos las pericias personales de los distintos personajes, ese realismo cotidiano.
Con esta novela Läckberg y Henrik Fexeus (un reconocido mentalista, experto en lenguaje y comunicación corporal) consiguen que la trama criminal y su desarrollo nos mantenga intrigado capítulo tras capítulo. Con descripciones muy gráficas nos hacen sentir el pánico y el dolor de las víctimas. Resultan interesantes e inesperados los giros la novela.
Por poner alguna pega quizás el final me parece un poco precipitado, y en mi opinión sobran algunos tópicos e historias personales de los protagonistas. Una gran parte de la novela se centra en la fobia de ella y el autismo de él. La trama principal queda cerrada pero los autores dejan abierta la puerta para el siguiente libro de la trilogía.