martes, 18 de junio de 2013

A dar la teta por Decreto





Andaba yo un poco decaída por abandono temporal de mis musas y falta de concentración, y mira por dónde me voy a divertir y mucho.
Qué bello es vivir y sobre todo poder expresarse con libertad.
Este post va dedicado a todas las madres que decidan elegir no dar el pecho y opten por la lactancia artificial.
El Congreso de Venezuela, con el objetivo de fomentar la lactancia materna, debate esta semana una legislación que prohibiría la alimentación de los niños mediante el uso del biberón. Permitirían excepciones, por ejemplo, en el caso de la muerte de la madre o para mujeres, como dicen, “con la producción de leche limitada”. En principio no se prevé campañas educativas para tratar de sensibilizar a las madres, como podría ocurrir en cualquier otro país, sino directamente sanciones. Que se preparen las futuras madres que no deseen amamantar a sus bebés a ser cuestionadas, estigmatizadas y prácticamente criminalizadas porque el Gobierno de su país, con dos “...” las quieren obligar a dar el pecho a sus hijos. Vamos que han decidido que el amor maternal es un asunto de Estado. Como si no tuvieran otras cuestiones mucho más serias que afrontar.
No voy a discutir que la leche materna sea lo mejor para el bebé, pero que en Venezuela me digan que con esta medida “queremos aumentar el amor entre la madre y el niño, porque esto se ha perdido como resultado de las empresas multinacionales que venden leches de fórmula” me hace saltar de la silla.
Toda mujer tiene derecho a decidir libremente si desea o no dar el pecho a su bebé. Y el máximo respeto y apoyo se merecen unas y otras ¡Faltaría más!
Pero señoras mías nada de sentirse “culpables” o “egoístas” las que decidan no amamantar. No permitáis nunca que nadie os cuestione como madres. Porque los bebés alimentados con biberón crecen sin ningún problema, ni carencia. Sé bien de lo que hablo porque lo mío pasé. Pero como a cabezona, cuando tengo algo muy claro no me gana nadie, o muy pocos, no pudieron conmigo. Dos hijos tengo, y decidí desde el primer momento de mi embarazo que recurriría a la lactancia artificial. Al acoso y derribo fueron conmigo ginecólogo, matrona y alguna que otra amiga. Tanto me presionaron, porque en aquellos momentos el hospital de mi localidad había recibido el galardón “Hospital Amigo de los Niños” concedido por el Comité Nacional (IHAN) de UNICEF, que opté por comprar en la farmacia la medicación precisa para anular la subida de la leche, y todo lo necesario para alimentar a mi bebé durante sus primeras horas de vida.
Cada vez que voy al hospital a visitar a un familiar o amiga, que acaba de dar a luz y me la encuentro literalmente llorando y agobiadísima, porque está siendo manipulada u obligada a dar el pecho sin querer, no puedo reprimirme y salgo a buscar a las enfermeras. Fichada me tienen.
En fin, que estamos en el siglo XXI y cada mujer está en su derecho de decidir cómo quiere alimentar a su bebé. Se puede sugerir, recomendar, animar pero jamás obligar o coaccionar. Por cierto mis hijos están sanísimos, son muy inteligentes y muy guapos. Y tomaron biberón.

 

 

1 comentario:

  1. Como dices, lo tenías crudo en Yecla, con el fomento de la lactancia materna que existe en todos los ámbitos.

    En Venezuela, en su línea, legislando sobre lo NO importante para evitar lo SÍ importante.

    Saludos Delfina.

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