domingo, 23 de febrero de 2020

No me quieras tanto, quiéreme mejor


El 18 de febrero asistí a la conferencia ‘No me quieras tanto, quiéreme mejor’ impartida por Carmen Ruiz Repullo, doctora en Sociología y licenciada en Ciencias Políticas. Premio Meridiana 2017 por la labor en materia de coeducación y prevención de la violencia de género en jóvenes.

Carmen Ruiz imparte formación en materia de género y prevención de la violencia de género a profesorado, alumnado, familias y personal técnico de administraciones públicas. Para mostrar a los adolescentes de qué manera se accede al peligroso círculo de las relaciones tóxicas y violentas, y detectar posibles situaciones de maltrato al verse reflejados en ellas creó ‘La historia Pepa y Pepe’.La socióloga representa la violencia de género en una escalera que ambos protagonistas, adolescentes que acaban de comenzar una relación, van subiendo peldaños. En cada escalón, Pepe controla un poco más a Pepa. Esta historia con la que lleva trabajando más de quince años está basada en hechos reales, en lo que las jóvenes le contaban en sus charlas y talleres.  

Durante la charla, organizada por el Centro de Atención Especializada para Mujeres Víctimas de Violencia, CAVI, la ponente habló de los mitos y creencias en torno al amor.
Comparto a continuación algunas de las cosas que escuchamos.

“Los mitos del amor nos hacen creer que cuando más duele el amor más felicidad. Este mito genera una consecuencia: el amor no se encuentra presente en la tranquilidad afectiva”.

“Hay muchos tipos de amor, muchos mitos.  El amor platónico inculca la idea de la idealización. Te enamoras del ideal, de lo que crees que es. Luego, la realidad es bien distinta. En el amor pasional (se da mucho en las telenovelas) se lanza la idea de que hay que sufrir por amor, que algo cambiará y que algún día llegará todo lo bueno. En el amor romántico, el amor para siempre, prima la idealización y la división de roles. Mujer: entrega, subordinación, renuncia y sacrificio. Hombre: protección, seguridad y sexualidad. Por amor la mujer se da por entero, renuncia a todo. Si la historia sale mal, marca, deja huella, hace mucho daño”.

“El mito de la pasión eterna es la creencia que sostiene que la pasión amorosa del principio debe durar para siempre en la relación. Las investigaciones sobre este tema, como la de Fisher (2004), ya advierten de la ‘fecha de caducidad’ de la pasión vivida en un principio. El enamoramiento dentro de la relación se va ajustando con el tiempo dando lugar a otras formas pasionales, otras formas de pasión que se van gestando en la relación a lo largo del tiempo”.

“El mito de la media naranja expresa la idea de que las personas estamos predestinadas. Está basada en el ideal de complemento. La felicidad de mi vida está basada en el encuentro con otra persona, mi pareja.”


“El mito del emparejamiento es la idea que sostiene que la pareja, al igual que la monogamia, son algo universal y natural en todas las culturas. Esa creencia deja fuera de lo ‘normativo’ a aquellas personas que no cumplen con el ‘esperado fin’ de tener pareja, y menos heterosexual”.

“Los cuentos tradiciones ofrecen distintos tipos de mujer. Los podemos clasificar como, mujer blanca: pura, buena, guapa, limpia, reservada. Mujer roja: rebelde, amante, libre, atractiva, luchadora. Y mujer negra: sola, solterona, amargada, fea y bruja. Desde pequeñas nos dicen que debemos ser mujer blanca”.

“Cuando trabajo con el alumnado muchos creen que un poco de celos en la pareja es bueno. Y cuánto es un poco o un mucho les digo en los talleres que hago con ello. Usamos el ‘celómetro’. Primero se empieza con las bromas (esa faldita no me mola, por qué has saludado a ese etc.) luego los enfados, el careto, las peleas. Los celos nunca se pueden entender como una forma de pasión. Si tu pareja te quiere no te controla, no te aísla, no te limita, te respeta”.

“Para los padres que piensen que no hay que hablar de relaciones de pareja, de educación sexual a los niños pequeños, deciros que muchas criaturas están teniendo relaciones sin la información ni formación adecuadas. Alucinaríais si os cuento lo que me dicen y preguntan en Educación Primaria. Hay que abrir los ojos a la realidad porque hay niñas de 12 años saliendo con chicos de 16, y de 15 con chicos de 20, que ya están sufriendo violencia de género. Solo se denuncia un 20%”.

“A las niñas se las hipersexualiza desde muy pequeñas, ojo con esto. Luego, a los quince años no le digas a tu hija que así vestida no sale a la calle. Es lo mismo que con los móviles, si le das a un niño de dos años el móvil, la tablet para que te deje tranquilo, no pretenderás negárselo a los doce”.

“Mucha atención también con dividir a las chicas, a las mujeres, como decentes o guarras. En el segundo caso las estás poniendo en riesgo. Como ella no se respeta a sí misma, pues yo tampoco. Si sufre una agresión sexual, ella se lo ha buscado”.

“No nos han enseñado a querer, educación en el amor. Aprender a quererse a sí mismo. El alumnado con el que trabajo me pregunta, y cómo saber cuándo alguien te quiere. Te quiere cuando te respeta, dialoga, comparte, conversa. Cuando tienes libertad para quedarte o para irte”.

“El verdadero amor es el que se da entre personas libres e iguales. Tu pareja no tiene que ser el pilar de tu vida, no puedes depender en todo constantemente de él/ella. No puedes centrar todo tu tiempo, tu existencia en el otro. Hay cosas que son innegociables. Si no hay libertad para estar y para irse, si te limita, si no te aporta, dale puerta”.
 

“La escalera cíclica de la violencia de género en la adolescencia se sube peldaño a peldaño. Los peldaños se agrupan en tres tramos. El primer tramo es el que más rápido se sube.

Primer tramo.
1º peldaño, control de ubicación, amistades, estético, redes sociales y móvil.
2º peldaño, aislamiento de amistades, hobbies y familia.  
3º peldaño, chantaje y culpabilización.
4º peldaño, agresión sexual bajo falso consentimiento. ¿Se mantienen siempre relaciones cuando realmente se quiere?
Segundo tramo.
5º peldaño, desvalorizaciones, humillación, insulto, minando la autoestima.
6º peldaño, intimidación (lanza una patada a la papelera, un puñetazo a la pared. Te avisa de que el próximo golpe irá hacia ti)
7º peldaño, amenazas, cultura del miedo.
8º peldaño, agresiones físicas iniciales (empujones, etirones de pelo etc.)
Tercer tramo.
9º peldaño, agresión sexual con fuerza.
10º peldaño, violencia y agresión física severa”.

“Se tiende a culpabilizar a la víctima por subir los escalones, yo les digo esto a los adolescentes. Si intentas meter a una rana viva en una olla de agua muy caliente, el animal huirá al instante. Si la metes con el agua a temperatura ambiente y vas calentando poco a poco, la rana estará demasiado débil para huir cuando el agua empiece a hervir. Hay que apoyar a Pepa, poner la mano para que salte, o agarrarla y sacarla. El único culpable es el que agrede, jamás la víctima. Para que una chica pueda salir de esa escalera tiene que estar toda la sociedad apoyando”.

“Si no me quieren no me voy a matar para que me quieran. Me tengo que querer yo.  Cuando una pareja deja de quererse no pasa nada, no hay que vivirlo como un fracaso. No podemos caer en el mito de que el amor todo lo puede, y que a este lo cambio yo, tengo el poder de salvarlo. Ni tampoco en el mito de la media naranja, pensar que la soledad se acaba cuando estás en pareja. Ni en el amor romántico, me perteneces y mando en ti”.

“Qué nos transmite lo que conocemos como amor romántico. Entrega total, hacer de la otra persona lo más importante de mi vida. Vivir experiencias de felicidad y sufrimiento. Perdonar y justificar todo en nombre del amor. Estar todo el tiempo con la otra persona. Desesperar ante la idea de una ruptura. Pensar todo el tiempo en la otra persona. Idealizar a la otra persona.  Hacer todo juntos. Todo esto no es sano”.

“Los medios de comunicación muestran modelos de pareja basados en unos roles de género sexistas tanto para chicas como para chicos”.

“El machismo, el pilar del patriarcado, es una semilla muy bien sembrada y regada. El machismo, privilegios a costa de las mujeres, es social y cultural y lo practican tanto hombres como mujeres. Os animo a los hombres a ser diferentes, a acabar con esto, porque también os perjudica”. 

“Qué potencia y defiende la masculinidad hegemónica. No ser mujer, no ser homosexual, ser fuerte, tener paciencia, ser competitivo, no expresar debilidad ni sentimientos. La masculinidad hegemónica conlleva ciertos riesgos, causa absentismo y abandono escolar, accidentes de tráfico, suicidios, consumo de drogas y prisión. Ser hombre no es un punto de llegada sino un proceso de demostración continua. La masculinidad siempre está en duda y depende de pasar cada una de las pruebas”.

“Con educación y pedagogía se puede transformar, generar un cambio social. La ciudadanía tiene un poder enorme. La escuela tiene la obligación de educar en igualdad, porque en algunos hogares no se hace. Sin igualdad no hay democracia”.

“La tecnología, las redes sociales, el móvil es un espacio más, un vehículo, un instrumento en nuestras vidas. El que tiene valores, el que es buena persona, lo es en Instagram y en la cafetería. Las nuevas tecnologías no son responsables de un modelo de amor”. 


https://www.youtube.com/watch?v=IpaabDdQNO8  


 


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