Las medusas no tienen orejas

 

 

Sin duda se trata de una novela singular, sincera, directa, que nos acerca a la discapacidad e invita a la reflexión. La autora, Adéle Rosenfeld, con naturalidad y empatía utiliza parte de sus vivencias personales para ponernos en la piel de una mujer con problemas auditivos.

 

La protagonista, Louise, tratando de disimular y pasar desapercibida desde niña ha aprendido a construir su mundo, de poesía y ensueño, en torno a su sordera. La historia narrada en primera persona nos muestra sus inquietudes y como la sociedad desplaza a las personas con discapacidad. La vida de Louise está llena de malentendidos y confusiones, no siempre consigue comprender y ser comprendida. Siente aislamiento, impotencia, miedo, inseguridad, pero se enfrenta a ellos, encara la realidad, y no lo hace desde la compasión y la tristeza.

El viñedo de la luna

 

 

Me parece que es el primer libro que leo de Carla Montero y probablemente no será el último porque me ha gustado mucho el estilo de la autora. La novela con una trama que engancha de principio a fin, de lectura amena y ágil, nos hace empatizar con unos personajes leales y de gran ternura, pero también perversos y crueles.

Según iba leyendo la novela me la imaginaba trasladada a la gran pantalla. Desde el principio me he sentido muy cerca de la protagonista, Aldara, una mujer de gran fortaleza y valentía a la que la vida no le ha regalado nada. Poco a poco iremos conociendo sus secretos y sentiremos gran admiración por su capacidad de ayudar a otros, y mantener a flote el legado familiar.

Sinopsis

Tras su precipitado matrimonio Aldara, refugiada de la Guerra Civil, llega al Domaine de Clair de Lune, una imponente bodega de Borgoña. Cuando estalla la guerra en Francia. Su marido cae prisionero y la deja sola frente a los recelos de su suegro, el acoso de su cuñado y la ocupación alemana. Con todo en contra, su amor y su lealtad hacia su marido la llevarán a tomar las riendas de un negocio amenazado por la rapiña nazi. Sin embargo, su determinación será puesta a prueba cuando aparezcan dos hombres: un teniente alemán, que se aloja en la mansión, y un piloto aliado caído, al que esconde de la Gestapo. Implicada en la Resistencia francesa, atrapada por las intrigas y los secretos de su familia política y perseguida por los fantasmas de su pasado, Aldara se ve obligada a sobrevivir a uno de los momentos más difíciles y apasionantes de la historia.

 

Tres enigmas para la Organización

 

 

He disfrutado mucho con este libro de Eduardo Mendoza. Una novela de detectives divertida, brillante, repleta de sátira social y comedia de enredo. Amena, ocurrente, fácil de leer. Sin duda alguna os la recomiendo.

No puedo estar más de acuerdo con las críticas que he ido leyendo tras su lectura. Nunca lo hago antes, para evitar que de algún modo me predispongan a que me guste más o menos.

“Eduardo Mendoza es capaz de unir los hechos más disparatados utilizando de forma magistral términos cultos”.

“Con su soltura de siempre, elegancia y buen gusto, con esa prosa fluida que parece sencilla y una trama enrevesada que envuelve al lector, Mendoza y su escepticismo compasivo inventan un mundo estrafalario y una pandilla de entrañables tarambanas que se hacen querer”.

“Es un libro de humor, sí, pero también de misterio y con una fuerte crítica social, Con un estilo natural y sencillo, se nos presentan tres hechos que, en apariencia, no tienen relación, pero que poco a poco van confluyendo en una historia hilarante”.

“La nueva novela del autor barcelonés conserva la frescura, el cuidado y la dosis justa de disparate que han marcado su carrera literaria en lo que se refiere a sus textos más jocosos”.

 

“El ritmo rápido, pero sin atropellos, no impide a Mendoza detenerse en la vida personal de los agentes después del trabajo. Ahí reside parte del acierto de este libro: el juego de equilibrios”.