Nada es lo que parece

 

Mi primer contacto con esta autora, Mar Carrión, me ha dejado un poco decepcionada. La lectura es simple, muy previsible, se lee rápido. Lo poquito que podría entrañar cierta investigación, acción y misterio, interactuar con los personajes del pueblo de Peebles donde al parecer se han producido avistamientos alienígenas, se acaba enseguida. 

La autora aborda, sin profundizar demasiado, temas como las relaciones familiares, laborales, de pareja, las adicciones. La trama de la novela se centra demasiado en el romance de un par de periodistas que siendo al principio competencia, por cosas del destino, terminan trabajando juntos en una mediocre revista.

Al final el título tiene bastante que ver con la novela. Parecía una cosa, pero es otra. No engancha ni aporta mucho. Y respecto a tanta escena de cama al final acaba cansando. A veces menos, es más.

La huella de una carta

 

 

Rosario Raro con esta historia nos traslada a la sociedad de los años 50 y 60. Una época en la que la radio tenía mucha fuerza y presencia en todos los hogares españoles. A través de la protagonista, Nuria Somport, descubriremos la fuerza e influencia que llegó a tener un programa, el Consultorio de Elena Francis.

También veremos, en un país muy condicionado por la religión, la doble moral y la censura, el papel que tenía la mujer. Al contraer matrimonio debía obedecer y complacer al marido convirtiéndose en madre y buena ama de casa. 

La autora combinando realidad y ficción también aborda, visibiliza y denuncia una de las mayores catástrofes farmacéuticas, el caso de la talidomida. Un fármaco desarrollado por una compañía alemana comercializado en todo el mundo de 1957 a 1963. Se recetaba a las mujeres embarazadas para calmar las náuseas. Provocó miles de casos de malformaciones congénitas. 

La novela resulta entretenida, mantiene la intriga y el suspense. Y nos muestra hasta donde son capaces de llegar algunas personas, sin ética ni escrúpulos, por dinero, codicia y poder. 

El laboratorio farmacéutico tuvo constancia relativamente pronto, pruebas científicas, sobre lo que estaba sucediendo, y a pesar de eso no dejó de comercializar el medicamento.

 

El retrato de casada

 

Es la primera vez que leo una novela de Maggie O´Farrell. Me ha gustado mucho el estilo de la autora, su capacidad de crear ambientes, entornos, con un esteticismo muy cuidado, bellos y elegantes, pero también angustiosos, perturbadores y amenazantes. Aunque desde el inicio se nos desvela parte del final la novela resulta entretenida, consigue mantener el suspense.

La autora nos transporta a la Italia medieval, a la sociedad renacentista. Lazos familiares, intrigas políticas, arte. Se centra en la vida de las mujeres nobles de la época, a las que se consideraba inferiores al hombre, eran una moneda de cambio. Su destino era el matrimonio y la concepción de un heredero.

Conoceremos la infancia de la protagonista, Lucrezia de Médici, y su breve e infeliz matrimonio. Es una mujer de temperamento libre y creativo, que no se corresponde con el tiempo que le tocó vivir. A los quince años tuvo que aprender a sobrevivir en una corte turbulenta y peligrosa. Ella se sentía incomprendida, plenamente consciente de la opresión familiar y conyugal, de la que no pudo escapar, o quizás sí.

 

 

Las otras niñas

 

 

Me decidí por esta novela sin saber que pertenece a una trilogía. Es la segunda novela de Santiago Díaz con la inspectora Indira Ramos como protagonista. Una novela negra, policíaca, trepidante, de lectura ágil y sencilla, con capítulos cortos, con una trama llena de suspense y tensión que engancha de principio a fin.

La novela me ha gustado mucho, pero sentí cierto desconcierto y me removió por dentro al recordarnos el asesinato de las niñas de Alcásser, un hecho que marcó a todo un país dejándonos en estado de shock. La novela ni mucho menos se centra en aquello, pero sí aparece convertido en un personaje más el principal acusado de aquel crimen, al que se le perdió la pista y desapareció hace treinta años.

El autor crea una historia de ficción sobre cómo pudo moverse y reinventarse aquel asesino. La protagonista de la novela, la inspectora Indira Ramos, recogiendo unas huellas dactilares tras el atraco a una gasolinera acabará dando con él.

Sabemos que muchas novelas se basan en hechos reales, pero en muchos casos se cambian los nombres y se varían parte de los acontecimientos. En este caso, no. La verdad es que no me ha gustado que aquel asesino, y yo si me niego a escribir su nombre, transite por esta historia. Qué necesidad.