La
novela, catalogada como literatura juvenil, está muy bien, resulta muy amena y
divertida (más de una carcajada solté). Aunque a veces el autor da demasiadas
explicaciones sobre los animales que observa y captura el menor de los hijos.
En la historia se narra la vida de una familia muy peculiar, una madre y sus
cuatro hijos, tres chicos y una chica, que abandonan Inglaterra para
establecerse durante un tiempo en Corfú (Grecia).
Larry, el mayor de los hermanos es un excéntrico escritor. Leslie, está
obsesionado por la caza. Margo, vive centrada en su figura y en guerra continua
con su acné. Gerry, el pequeño de la casa, nos relata sus expediciones en la
isla, estudiando la fauna autóctona de la zona, y recogiendo nuevas especies
para su colección. Animales que introduce en casa para sorpresa y desesperación
de su familia. La señora Durrell posee una infinita paciencia y un gran sentido
común. Unas vacaciones con un familia así y, además, rodeados de todo tipo de
animales, familiares y amigos, no serán nada aburridas.
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