viernes, 15 de agosto de 2014

“El valle del asombro”.


Durante 677 páginas he disfrutado de la historia de tres mujeres increíblemente fuertes. He sufrido con ellas, y me he alegrado cuando la vida les dio pequeños respiros de felicidad, dicha y placer. Lo mejor es que nunca se rindieron. No pudieron doblegarlas, ni hundirlas por completo. Fueron renaciendo una y otra vez. Y se mantuvieron unidas.
Os recomiendo esta novela. A mí me enganchó desde el principio y la leí en solo cuatro días.
La historia se desarrolla en Shangái, año 1912. Violeta es hija de Lulú, una estadounidense residente en la ciudad china que regenta la mejor casa de cortesanas de toda la ciudad. Allí, la joven Violeta crece entre la cultura china y la occidental, en un cruce de mundos. Le gustaría pasar más tiempo con su madre, contarle sus problemas e inquietudes pero parece que Lulí nunca tiene momentos para compartir con su hija.
Violeta crecerá viendo de cerca qué es ser cortesana, y cómo es la vida de estas mujeres. Esfuerzo, desesperanza, coraje, valentía y amor, tienen su hueco en distintos pasajes de la novela. 
Leyendo esta novela recordé dos historias, de mujeres decididas y valientes, con vidas muy complicadas, como estas, que también me sedujeron desde el primer momento. “La cuarta sultana” de Debbie Taylor y “La ciudad prohibida” de Anchee Min. 

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