Albert Espinosa, el autor de este libro, es de los que creen que “las palabras son necesarias para sanarte”. “Lo he escrito con la esperanza de que alguno de estos soplos os active la ilusión, os aleje de ese problema que ahora tenéis y os devuelva a la senda de la alegría si os encontráis en ese duro instante vital. También tengo claro que quiero que este libro este ilustrado, tenga bellos dibujos que os lleven de un soplo a otro”.
Por si no sabes quién es Espinosa, te lo presento. Es ingeniero industrial de formación, guionista, autor teatral, escritor, actor y director de cine. Cuando tenía 13 años le diagnosticaron osteosarcoma, una enfermedad que le llevó a pasar diez años en hospitales, a perder una pierna, un pulmón y parte del hígado.
En 2008 publicó su primer libro “Mundo amarillo” donde relata todo el aprendizaje que hizo a raíz de su enfermedad y habla de los ‘amarillos’, esas personas entre la amistad y el amor que cambian tu vida. “La fuerza, la vitalidad y los hallazgos que haces cuando estás enfermo sirven también cuando estás bien, en el día a día”.
El libro fue traducido a 42 idiomas e inspiró “Cuarta planta” película dirigida por Antonio Mercero que estuvo nominada al Premio Goya. También inspiró la serie “Pulseras rojas”. Con ambos proyectos Albert Espinosa nos tocó el alma con sus historias reales, sensibles. Que abrazan temas como la pérdida, la enfermedad, la felicidad y la vida.
Cuando compré su último libro no lo hice pensando en mí sino en uno de mis hijos, que de momento todavía no lo ha leído y a saber si lo hará.
Leer a Espinosa, cualquiera de sus libros, supone una reflexión y un aprendizaje constante. Os lo recomiendo.
“No me creo nada de lo que se comenta de terceras personas que no conozco. Hablo de juzgar a la gente a través de la opinión de un tercero que lo puede odiar por razones incomprensibles. No hay que olvidar que odiar nace de no poder manipular a otros. A la mierda los que esparcen mierda”.
“Un día me gustaría que existiese la red social que falta y a la que me encantaría pertenecer. Una red donde pudieras contar un problema y todo el mundo diera pistas sobre cómo podrías superar ese obstáculo. Una red repleta de soplos para cualquier hora del día o de la noche a través de las experiencias y la sabiduría de otras personas”.
“Un gran amigo mío que era celador siempre me daba pequeños consejos cuando me llevaba en silla de ruedas de un sitio a otro del hospital. En uno de esos trayectos hacia la quimioterapia me susurró: no te fíes de alguien que no tenga libros en casa”.
“Un problema es la diferencia entre lo que esperamos y lo que obtenemos en la vida. El problema que llega sólo es una parte de la vida, lo interesante es cómo te lo tomas”.
“Yo siempre he creído que la vida es dar y sentir. No hay más: dar tu energía y sentir la fuerza de los otros”.
“El día que dejes de rebelarte contra las injusticias, que aparcas tus sueños, que aceptas que las cosas son imposibles, estás muerto en vida”.
“Una vez que te comprendas y ames tu caos, intenta comprender el de otros, porque eso es lo más complicado en esta vida”.
“Ama lo que eres porque eso te hace único, diferente y especial. El resto no vale la pena, cambiar por los otros es absurdo y nunca tiene un final”.
“Un libro siempre te puede salvar y hay mucha gente que necesita ser salvada”.
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