jueves, 25 de octubre de 2018

La locura de vivir. Enseñanzas del Quijote




Ayer tuve la ocasión de asistir en el Colegio de Psicólogos de la Región de Murcia a la conferencia “La locura de vivir. Enseñanzas del Quijote” impartida por Javier Urra Portillo, académico de número de la Academia de Psicología de España, doctor en Psicología. Profesor de ética y deontología del Centro Universitario Cardenal Cisneros, y psicólogo forense de la Fiscalía de Menores de la Comunidad Autónoma de Madrid.

Javier Urra Portillo hizo un exhaustivo y profundo análisis sobre las muchas enseñanzas que Cervantes aporta desde El Quijote, también a los psicólogos.
“Psicología viva, sagaz y profunda. La novela es una parábola de la vida misma, una lección de sociabilidad. Este clásico nos hace reflexionar sobre la realidad de una forma muy creativa. Don Quijote se abraza a la locura pero la locura no se apodera de su personalidad. El personaje tiene la virtud de obrar, de exponerse a la crítica. De ser quien quería ser. Eso es honestidad y valor.
Somos animales místicos, la ética y la esperanza nos acompañan. La vida es autoconstrucción ‘pon los ojos en quién eres’ le dice a Sancho. Dulcinea no es el amor, es la idea del amor. Dice Don Quijote que ‘la vida es mera ilusión’, pero es que nos cabe otro final. Y Sancho que ‘la mayor locura es dejarse morir’. En el episodio de la Cueva de Montesinos se muestra que la vida verdadera se desarrolla en el mundo interior. Intuición sobre la razón”.

Reproducir cuanto dijo Javier Urra Portillo resulta imposible. Durante la charla a la vez que analizaba desde la psicología distintos textos de la novela, habló de temas muy actuales que a todos nos interesan, preocupan e inquietan. Compartió algunas experiencias del proyecto que viene desarrollando al frente de un equipo de 107 profesionales que trabajan con padres e hijos en conflicto.

Con mi resumen animo a las personas que tienen tiempo y disposición de asistir a conferencias, charlas y debates a que vayan, y que luego compartan con los suyos, con su entorno, algo de lo que han escuchado. Así contribuirán a que todos seamos más equilibrados, más inteligentes emocionalmente y felices.

“El ser más loco es el que nunca ha cometido una locura”.

“Si la realidad vence, vivimos desilusionados. Uno de los grandes males de hoy es la melancolía”.

“El ser humano tiene mente no cerebro, y alma. Si le das la oportunidad a la gente se ser buena, somos buenos”.

“Hay mucha gente que no sabe personarse, ni se deja perdonar”.

“La felicidad qué es. Momentos de bienestar compartidos”.

“En 2020 la segunda enfermedad, por detrás de las enfermedades cardiovasculares, será la depresión”.

“La enfermedad mental duele tanto como el dolor físico”.

“Decía Ortega y Gasset, por cierto me he encontrado con algunos que piensan que son dos personas diferentes, porque un 40% de los españoles no lee absolutamente nada lo que resulta preocupante, que ‘la clave del vivir es inventarse un personaje’. Estoy de acuerdo, lo que haces y aportas es lo importante”.

“La pregunta que la gente se hace al final de su existencia es para quién he vivido, no para qué”.

“La vida es enseñar a los hijos que esto se acabará y que la pregunta que tienen que formularse es si ha merecido la pena. A veces la idea de la felicidad es muy Disney, muy parque temático”.

A los niños hay que fortalecerles, hay que decirles que esto es lo que hay. La vida no es todo felicidad, es sacrificio, esfuerzo, deslealtad, incomprensión, es muchas cosas. Hay que educar con planteamientos, con preguntas. ¿Tú qué haces por los demás? ¿Cómo mejoras la sociedad?

“Hay que explicar a los niños que algunos de sus mejores amigos dejarán de serlo. Y no pasa nada. La vida es incongruente. No todo va a salir como tú quieras. Te vas a frustrar. Hay que enseñarles desde muy pequeños a valorar. A no convertir nunca el amor en odio. La vida es lo que uno quiera recordar.
La labor de educar es muy difícil,”.

“Ahora tenemos un gran problema. No digan una frase de doble sentido porque no les entenderán. Alguien se molestará, se sentirá atacado, humillado. Hoy es muy difícil hablar, hay mucha sensibilidad, una piel muy fina. Convivimos con un  cabreo generalizado. Planteémonos qué tenemos y cuanto damos a los demás”.

“En la sociedad se ha producido un auténtico seísmo en facetas como el respeto, la autoridad y los valores”.

“Cuando hablo con los jóvenes me dicen ‘yo ya estoy de vuelta de todo’. Pero a dónde has ido, les pregunto. Esto es muy preocupante. Necesitan un proyecto existencial, ético, heroico. Muchos chicos están desesperanzados, no tienen ilusión por vivir. No saben por qué levantarse cada mañana. De ahí pueden nacer otro tipo de problemas, muy graves”.

“El 75% de los jóvenes que viven en pareja se van a separar. Y no se hace nada para prepararlos para la ruptura. No hay educación para el divorcio, para prevenirlo. Se pasa del amor al odio con mucha facilidad. Hay que trabajar esto. Convivir es muy complicado. Cómo no va a serlo si es complicado convivir con uno mismo”.

“Que distinto es el amar al querer, el entregarse al poseer”.

“A los varones se les educa en el 'todo para mí'. A las niñas en el 'todo para el otro, para los demás".

“Les propongo un juego, sobre todo a las mujeres. El que no sabe lo que siente el otro, pierde”.

“Detrás de las palabras vienen las conductas. Hay que estudiar y aprender de los otros”.

“A España le encanta ser autocrítica. No sé por qué nos gusta tanto autolesionarnos”.

“Ahora se habla mucho de tener empatía y la gente cree que es fácil, que sabe ponerse en el lugar del otro. No saben el daño que pueden hacer diciendo cosas como que ‘el tiempo lo borra todo’. Más vale que estuvieran callados.  Porque es dificilísimo ponerse en el lugar de los demás”.

“Os voy a hacer una pregunta. Os reís de vosotros. Os habéis visto en la playa. Huir del que no se ríe, sobre todo se sí mismo. Ha perdido la humildad”.

“Soy reacio a los coach y gurús que ahora están tan de moda,  a la gente que no se forma. No me fio de los vendedores de pelo que son calvos. Tenemos que ser mucho más exigentes en este aspecto”.

“En acoso escolar, sin entrar en estadísticas, con que tuviéramos un 1% de niños víctimas ya es un dato brutal. Es necesario sensibilizar a colegios y a profesores, para que ayuden no sólo a las víctimas, también a los agresores. No creo que un maestro no sepa lo que está sucediendo dentro del aula. Sí sabe quién es el acosador, el maltratador, y los que miran para otro lado. Lo que pasa es que no tiene autoridad”.

“En España hay 42.000 personas inhabilitadas para trabajar con menores”.

“Se piensa que los niños son felices por el mero hecho de ser niños. Ojo con esto. Hay un porcentaje de niños que sin duda sí lo son, pero otros no. Vivimos en una sociedad muy estresante, ansiosa. Tenemos niños con muchos problemas emocionales, psíquicos, de equilibrio, trastornos por déficit de atención, niños obsesivos, compulsivos… Yo he trabajado con niños que vienen muy dañados. A muchos se les puede sacar adelante, pero es muy difícil. Desde la educación no se puede con todo. Hay padres que son aberrantes Creo que otro problema en la infancia es que la depresión está mal diagnosticada”.

“En violencia de género hay mucho por trabajar. El menor tiene que seguir viendo al padre, al maltratador de su madre. No se está trabajando lo suficiente esa relación padre/hijo. Se da el caso de chicos de 16 años que ven al padre humillar, agredir a su madre y reaccionan, se interponen. Pero cuando el padre no está, el ocupa su lugar. Cuando dos adultos se lo proponen los niños pueden sufrir muchísimo. Aunque mucha gente no lo entienda y crea que encima nos ponemos de su parte hay que trabajar y conviene hacerlo con el agresor. O volverá a repetir esa conducta con otra pareja”.

“La violencia de género es estructural, se da en todos los países del mundo. En los países nórdicos hay más violencia de género que en los países del sur lo cual es una paradoja, porque son los países donde hay mayor igualdad. Es algo que se debería estudiar”.

“Las chicas de 16 a 24 años cuando se les quiebra la vida se suicidan. Los chicos se quitan la vida para vivir mejor. A la vida se le puede pedir lo que puede dar, no más”.

“Imaginaros que os digo que a partir de hoy no podéis comer carne o pescado. Qué dejaríais. La carne, bien, es fácil adaptarse. Pero ahora os pregunto, qué elegiríais, no ser queridos por nadie o perder la capacidad de querer”.

“Hay gente que está obsesionada con caerle bien a todo el mundo. Pero por qué. Yo no le quiero caer bien a Otegi”.

 “La gente se va a comer un caldero, se hace una foto y lo sube corriendo a redes sociales. Pero por qué esa necesidad de mostrar constantemente lo que hacemos. Pero tú te crees que le importa a los demás que te hayas comido un caldero”.

“La psicología ha entrado en muchos ámbitos. Pero nos queda mucho trabajo por delante a los psicólogos. Está bien pensar que podemos aportar mucho. Pero hay que delimitar funciones, hay que tener mucho rigor al trabajar, hay que manejarse en áreas muy humanas. Tenemos que hacer valer nuestra profesión”. 


http://www.javierurra.com/

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