martes, 27 de noviembre de 2018

Salud, alimentación e imagen. Que la comida no sea un problema




Ayer 26 de noviembre asistí a la conferencia “Salud, alimentación e imagen. Que la comida no sea un problema” impartida por Esther García-Serna, dietista-nutricionista, organizada por la Asociación para los Trastornos de la Conducta Alimentaria Yecla, TCAYA.

Esther García-Serna comentó, entre otras cosas, que una de cada diez personas presenta un trastorno de la conducta alimentaria. Que cuanto más insatisfecho estés contigo mismo más comida insana consumirás. En general todos comemos más de lo que necesitamos. Además de aprender a comer sano y equilibrado también debemos conocer el origen de nuestros alimentos, cómo se crían, cultivan y procesan. Hay que huir de las dietas que crean una relación  amor/odio con la comida. Y desde pequeños debemos favorecer la autoestima, potenciar lo bueno, la auto-aceptación y auto-imagen positiva. “Hay que aceptar la diversidad como natural. Rechazar ideales irreales de belleza. Aprender y enseñar a desarrollar un sentido crítico frente a los estereotipos. Predicar con el ejemplo, con hábitos de alimentación saludables, con comidas en familia de forma habitual. Favorecer la comunicación familiar y la autonomía, no sobreproteger a los hijos, darles cariño”.

“Cuando asistamos a conferencias o busquemos información sobre nutrición en internet, conviene estudiar un poco al ponente, al autor, valorar con qué base científica habla, qué patologías y conocimientos de alimentación tiene, y si existen otros intereses”.

“La prevención de los trastornos de la conducta alimentaria, TCA, anorexia, bulimia, trastorno por atracón, vigorexia y obesidad se logra con la información, sabiendo cómo actuar y buscando ayuda”.

“Una de cada diez personas tiene TCA. Aparece principalmente en población  de 12 a 21 años. El 4,5 % de los adolescentes las padecen, un 5% de chicas y un 2,5 % de chicos. Esto es muy serio, tendrían que darse muchas más conferencias como la de hoy, porque estos trastornos siguen siendo un tema tabú, los medios de comunicación hablan muy poco de ello”.

“Ahora mismo por delante de la anorexia y la bulimia, que cada vez hay más, es más común entre la población el trastorno por atracón. También ha aumentado mucho la vigorexia”.

“En España el sector de la estética factura 6.700 millones de euros al año. En Europa 77.000 millones anuales. Nuestro país es el 5º que más factura”.

“El estudio Anibes refleja que solo consumimos un 3% de legumbres. La media de consumo de azúcar al día es de 75 g cuando no deberíamos superar los 25 g. Comemos al día una media de 12,5 g de fibra. Y deberíamos consumir 30 g aproximadamente. Nos alimentamos con exceso de productos animales, sobre todo cárnicos. Nuestra dieta carece de productos vegetales”.

“La pirámide de alimentación ha ido variando. Ahora además de conocer qué tenemos que comer y cómo lo comemos también debemos saber de dónde vienen esos alimentos, cómo se cultivan, crían y procesan”.

“Respecto a la ganadería tenemos que lograr un consumo moderado, más responsable y ecológico. No es sostenible cenar pollo cuatro veces a la semana porque resulta más rápido y cómodo que preparar un buen plato de verdura”.

“Además de comer bien, comida local, de temporada, preparada de forma casera y en familia, charlando, prestando atención a la comida y no a la televisión, también hay que hacer ejercicio y dormir de siete a ocho horas”.
“Las legumbres deberían ser la primera fuente de proteínas, por delante de carnes y pescados. La proteína de origen vegetal (soja, garbanzos, alubias…) tiene mejor calidad que la de origen animal. Nos aporta más fibra, menos grasa y además resulta más barata. Se deberían consumir legumbres cuatro veces por semana. Las bacterias de la microbiota de nuestro intestino se nutren de alimentos de origen vegetal. Para que nuestro cerebro funcione bien también debe hacerlo nuestro intestino”.

“Existe mucha controversia sobre los lácteos. No existe ningún estudio que se haya posicionado en contra, que diga que son malos, siempre y cuando se realice un consumo racional.  Lo que habría que cuestionarse, como antes indiqué, es la ganadería masiva, la sobreexplotación de animales, las hormonas y antibióticos que se les administran”.

“El azúcar es malo, todas su variedades: blanca, morena y panela. Desregula al cuerpo, aumenta la obesidad. Cuantos menos dulces consumamos mejor. Aumentan las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer e hipertensión”.   

“El alcohol es tóxico, es perjudicial incluso a dosis mínimas. Lo de la media copita de vino en las comidas no es saludable”.

“No conviene pasar muchas horas sin comer porque acumulas un hambre voraz, y el cerebro te pide comer algo muy calórico y rápido. Llegas a casa y devoras lo que no debes. Si se come cada tres horas, por ejemplo, no te da tiempo a acumular tanta hambre. Tienes tiempo de pensar qué vas a comer y cómo lo vas a preparar. No hay por qué pasar hambre. Hay que ingerir menos calorías y más nutrientes. Alimentos de verdad, comida sana”.

“Hay que diferenciar entre tener hambre y ganas de comer. Hambre es cuando el cuerpo te avisa que necesita energía, es algo fisiológico. El hambre se soluciona comiendo comida sana. Las ganas de comer son una emoción, un deseo, un antojo. Sientes ansiedad, estrés, aburrimiento, tristeza y comes, a veces compulsivamente, chocolate, helado, patatas fritas, lo que más te gusta, tu debilidad, para liberar endorfinas y contrarrestar las emociones que sientes. Esto a medio plazo genera culpa, es la raíz de la mayoría de los trastornos de alimentación. Parten de esas ganas de comer, de esa comida emocional”.
“Hay que huir de las dietas antipersona, restrictivas, incompatibles con la vida social, que crean una relación de amor/odio con la comida. Hay que aprender a comer de todo con equilibrio. Todos comemos más de lo que necesitamos”.

“Si hacemos una dieta muy restrictiva, monótona, muy baja en hidratos de carbono al final aumenta la ansiedad por los hidratos y el azúcar. Si nos excedemos en la ingesta proteica provocamos una sobrecarga renal”.

“Las dietas de choque y detox provocan una eliminación excesiva de líquidos y de los depósitos de glucógeno. Vaciado intestinal. No hay por qué depurar el cuerpo, ya lo hace él solito”.

“Las dietas con ‘día libre’ suelen ser muy restrictivas, casi sin hidratos. El día libre se come con mucha ansiedad y voracidad. Pueden desarrollar el trastorno por atracón”.

“Las dietas sustitutivas, se basan en tomar batidos de una marca en concreto, no enseñan a comer. Generan mala alimentación y ansiedad por la comida. Si te pones a leer lo componentes te puedes encontrar, por ejemplo, con 16 g de azúcar por dosis”.

 “Ojo a los productos, a los alimentos engañosos. Nos anuncian una mayonesa baja en calorías. Es mentira, lee con atención el etiquetado. La mejor mayonesa es la que preparas en casa. Lo mismo sucede, por ejemplo, con los yogures 0% calorías. No tenemos por qué comer un yogurt desnatado. Los edulcorantes también engordan, no sacian. En el mercado no existe ninguna galleta sana”.

“Cuando la imagen, la estética, se impone aumentan los TCA. Nos bombardean constantemente, con publicidad, con anuncios muy agresivos, con un estándar irreal de belleza. La mayoría de las fotos están retocadas. Se afina la cintura, se aumenta el pecho, se aplana el vientre, se reducen brazos, muslos, caderas. Cuanto más insatisfecho estés contigo mismo más comida insana consumirás”.

“Aprende a ser positivo a cuidar tu salud emocional. Ten confianza en ti mismo, en tus familiares y amigos. En lugar de decir ‘no puedo porque’ usa ‘necesito esto para…’ No critiques a  los demás, mira siempre el lado positivo de las cosas, de la vida”.
















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