Publicado en “Siete
Días Yecla”
Miedo,
un poderoso virus
Imagino
que muchos de ustedes, habrán leído o escuchado estos días, las declaraciones
del Presidente del Consejo General de Colegios de Médicos sobre la gripe A.
Al
parecer el 95 por ciento de los casos no precisarán de ninguna atención
especial. La gripe A será bastante más llevadera y leve que la gestacional. Lo
que sí va a suceder es que el contagio de la enfermedad puede ser rápido e
imprevisible, y puede producirse en muy poco tiempo. Por ello, para prevenir la
propagación de la gripe, tendremos que extremar nuestra higiene.
Entonces
¿por qué tanta alarma, tanta exageración e histeria injustificadas? ¿Por qué
tanta rueda de prensa, comunicados, gabinetes de crisis, cifras de fallecidos,
tanta información sensacionalista? Pues porque como apunta el Presidente del
Consejo General de Colegios de Médicos “las epidemias de miedo siempre se
crean con algún interés”.
Créanme
si les digo que estamos atrapados en medio de dos poderosos sectores de la
industria: la farmacéutica y la alimentaria. Dos grandes fuerzas económicas que
tienen una cosa en común: no desean que nada cambie.
Más
que a la gripe A, tendríamos que temer a decenas de productos que consumimos
cada día con total desconocimiento sobre ellos. Hay ‘virus’ mucho más
peligrosos que la temida gripe A ¡circulando a sus anchas! Y, hasta el momento
mucho me temo que nadie parece tener el más mínimo interés por ¡ponernos en
guardia! Para que entiendan por donde voy les pongo un ejemplo.
Como
muy bien explica el Dr. David Servan-Schreiber, psiquiatra y neurólogo, en su
último libro, desde 1940 el cáncer ha aumentado de forma espectacular. “Está
demostrado que grandes cantidades de azúcar sumamente refinado, cambios en los
métodos agrícolas y la ganadería y la exposición a una gran cantidad de
productos químicos, están desempeñando un papel fundamental en el aumento del
cáncer”. Apunta también el doctor que
“comer de una u otra forma puede resultar ‘clave’ pero no se investiga sobre
los alimentos porque no se puede obtener una patente como hacen las industrias
farmacéuticas”. Tenemos un desconocimiento sobre nutrición abismal. “Con la
alimentación podemos alentar o frenar el crecimiento del cáncer, porque
determinados alimentos actúan como fertilizantes para los tumores”.
Disculpen
mi atrevimiento si les animo a investigar, por ejemplo, sobre un producto
llamado paraben. Por favor, no pretendo crear ningún caos o pánico colectivo. Pero me siento en la obligación de
hacerlo.
El
paraben o parabenos (metilparabeno, poliparabeno, isoparabeno etc.) es un
producto antibacteriano y antihongos. Lo llevan aproximadamente un 75 y 90% de
los productos cosméticos, entre otros. Según el doctor Servan-Schreiber el
paraben es absorbido por la piel y dispersado por la circulación sanguínea. Son
acumulativos y ante las toxinas cancerígenas no se comportan precisamente como
‘hermanitas de la caridad’. Tampoco pierdan de vista a los denominados ‘E’ que se clasifican en
función de su efecto. Los E100 son colorantes, los E200 conservantes, los E300
antiranciedad y acidificantes, los E400 amulsificantes etc. Los especialistas
aconsejan evitar comprar productos con más de tres ‘E’ porque muchos de ellos
están bajo sospecha. Hay que vigilar, entre otros, los nitratos-nitritos
E249-252, los paraben E214-219 y especialmente el propil-paraben E216-217. Son
perturbadores endocrinos.
Bueno
pues ya ven, parece que juegan un poco con nosotros. Nos llevan por donde
quieren. Unas veces interesa, con perdón, ¡acojonar al personal! y otras optan
por callar. No se asusten demasiado con la gripe A.
~ Delfina Marco ~