Hace unos días, el 14 de marzo, asistí al taller
sobre protocolo “El Protocolo como herramienta de Marketing y Comunicación en
Instituciones” impartido por Justo Figueroa, Jefe de Protocolo del Gabinet de la Conselleria de Sanitad Universal i Salut Pública de la Generalitad Valenciana, en el Instituto Mediterráneo Estudios de Protocolo, IMEP (Alicante)
En el taller, muy práctico, visual y ameno, Justo Figueroa mostró a los alumnos la capacidad que tienen los eventos y el protocolo como estrategia de comunicación y marketing, para potenciar, fidelizar y aportar valor a la imagen de una institución o empresa. Los eventos bien diseñados generan sensaciones, emociones y experiencias. Los actos son comunicación en vivo que aporta rentabilidad y prestigio. Una oportunidad extraordinaria, la clave, a la hora de diferenciarse frente al resto.
En el taller, muy práctico, visual y ameno, Justo Figueroa mostró a los alumnos la capacidad que tienen los eventos y el protocolo como estrategia de comunicación y marketing, para potenciar, fidelizar y aportar valor a la imagen de una institución o empresa. Los eventos bien diseñados generan sensaciones, emociones y experiencias. Los actos son comunicación en vivo que aporta rentabilidad y prestigio. Una oportunidad extraordinaria, la clave, a la hora de diferenciarse frente al resto.
Aporto una breve pincelada.
“El protocolo está al servicio de las instituciones,
de las empresas y, en definitiva, de las personas”.
“El protocolo y el
ceremonial deben evolucionar. Las reglas dejan de ser válidas y aplicables. Lo
que años atrás nos servía hoy ya resulta obsoleto”.
“El responsable de protocolo tiene que hacer bien su
trabajo porque está representando a la institución, y la institución está al
servicio del ciudadano. Aunque ahora, lamentablemente, se está perdiendo el
valor de la institución”.
“El protocolo no es cuadriculado, se puede modular
según el acto. Pero resulta imprescindible conocer muy bien la base, las
normas, las reglas, el ceremonial. Si las controlo las puedo vulnerar si la
ocasión lo permite o conviene”.
“El profesional de protocolo debe contar con conocimientos
de RRPP, publicidad, marketing, protocolo, ceremonial y ciencias auxiliares.
Necesita estudios específicos que tendrá que saber aplicar con criterio
propio”.
“En su trabajo, el profesional de protocolo gestiona
los deseos de las personas para las que trabaja. Interpreta y aplica, y/o
administra. Su trabajo ha de seguir una línea uniforme”.
“En protocolo y organización de eventos hay que tener
muy claro el objetivo a conseguir. Hay que saber administrar muy bien los egos
y vanidades, porque a la mínima te montan un pollo”.
“El jefe de protocolo nunca es protagonista de nada.
No tiene que salir en la foto. Debe limitarse a ejecutar bien su trabajo. Debe
ser empático, educado y saber escuchar”.
“Esencialmente las reglas de organización y ordenación
de los actos privados o de empresa son las mismas que para las instituciones”.
“La terminología significa a veces cosas diferentes
en un ámbito institucional público y en uno privado, por lo que podemos hablar
de protocolo institucional, privado o de empresa”.
“Cuando una persona es invitada a un acto espera un
orden, necesita y requiere saber dónde situarse, en qué va a consistir el acto,
si tiene o no que intervenir en el mismo etc.”
“El concepto de etiqueta es muy amplio. No solo se
refiere al atuendo, es imagen, comportamiento”.
“En los actos institucionales la precedencia está
reglamentada, en los ámbitos no oficiales es interna y representativa”.
“Cuando se organiza
un acto lo primero siempre es definir la filosofía del mismo y los objetivos.
Hay que conjugar muchos elementos. Un presupuesto, planificación y programa, invitaciones,
documentación, cartelería. La atención a los invitados. Logística, tiempos,
ensayo, medios de comunicación, seguridad. Evaluación y resultados, entre otros”.
“Según sea el tipo
de acto, el desarrollo del mismo varía pero, por lo general, la estructura del
mismo pasa por siete partes. Recibimiento de los invitados, ordenación de los
asistentes, explicación de los objetivos del acto (y visita si procede),
ejecución del hecho que lo motiva, parlamento del organizador e invitado de
honor, encuentro entre organizadores e invitados y despedida”.
“Cuando organizamos
eventos no podemos encorsetarnos. Si todas las presentaciones son siempre
iguales, tengo un problema. Un acto siempre tiene que aportar algo. Si el acto
no transmite, mal vamos”.
“Todo acto tiene un
objetivo, un sentido. La gente tiene que entender bien de qué va el acto. Hay
que saber diseñar, gestionar, controlar y difundir bien el mensaje”.
“Cuando analizamos
las fotografías de un evento, a veces, a simple vista, no entendemos de qué va.
Los organizadores no han sabido reflejar, plasmar, la imagen que corresponde a
lo que hace esa empresa, entidad o asociación. Qué hacemos, le ponemos un subtítulo
a la fotos”.
“En ocasiones en
los actos de empresa se comete el error de coger elementos del protocolo
institucional que no le son válidos. Por ejemplo, enviar un saluda a los
invitados”.
En un saluda nunca
se pone: “tiene el gusto”, “tiene el placer”. Lo correcto es: “se complace”, “tiene
el honor”. Y siempre en singular, “de invitarle, porque te diriges a un
particular”.
El profesional de
protocolo debe disponer de una buena base de datos actualizada. Si se invita a
la pareja lo correcto es poner el nombre y apellidos de esa persona. Nada de “y
acompañante, “y señora”.