Ayer, miércoles 29 de junio, asistí a la charla “Identidades y Orientaciones Sexuales”. Una de las actividades de las 3ª Jornadas LGTBIQ+, organizadas por la concejalía de Igualdad y Mujer, y por “Proyecto Joven” de Cruz Roja Juventud.
La charla fue impartida por Pilar Bernal, sexóloga y educadora. Resultó muy interesante, y me hubiera gustado ver el aforo de la sala completo. Creo que es muy constructivo y necesario hablar, informar, formar y educar en estos temas, abordar la intersexualidad, diversidades, identidades y orientaciones sexuales. Porque todavía convivimos con un gran desconocimiento, prejuicios y tópicos que generan mucho sufrimiento que podría y debería evitarse. Como dijo la ponente “lo ideal sería que cada sujeto sexuado fuese y se viviese de manera auténtica conforme al sexo que se es y se siente, de forma legítima y libremente”.
Comparto algunas de las cosas que nos dijo Pilar Bernal. Y comienzo con esta frase: “El amor no tiene género, ni raza, ni edad, ni discapacidad, ni religión, ni etiquetas. El amor es amor”, que vimos al final de la charla en un vídeo que os invito a ver en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=R9dfxhQfdpY
“Las personas no somos seres que salimos de una máquina que produce criaturas replicadas e idénticas. Nacemos de forma individualizada y, afortunadamente, cada uno somos únicos, con características y particularidades exclusivas. Todos y todas tenemos en diferentes medidas, rasgos de ambos sexos. Nacemos para ser felices y vivir con dignidad”.
“El Día Internacional del Orgullo se celebra el 28 de junio debido a la conmemoración de los disturbios de Stonewall (Nuevo York, EEUU) ocurridos en el año 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual”.
“El 28 de junio es un día cargado de historia, de celebración pública en base a la lucha contra la discriminación ante la resistencia a la diversidad y así, hablar de sexo, de tolerancia e igualdad, entre una amplia variedad de cuestiones y una gama de distintos colores, con sus diferentes tonalidades, matices, luces y sombras”.
“Antecedentes de la diversidad sexual encontramos en la Grecia Antigua, en la Edad Media, Edad Moderna y Edad contemporánea. Transexualidad, homosexualidad, intersexualidad… Son términos contemporáneos, con los que hemos ido ampliando el vocabulario para entender la diversidad sexual. Anteriormente, la diversidad sexual se entendía como aberración, desviación, patología o pecado”.
“Cuando hablamos de identidades y orientaciones sexuales tenemos que ser conscientes de que cuando hablamos de estos conceptos, hablamos de términos culturales y por lo tanto, dichas nociones son proyectados cuando ni tan siquiera se es capaz de interpretarlos. Pero las personas parecen necesitar etiquetas, y ¡ahí vienen los líos en los que estamos metidos!
“Lo ideal sería que cada sujeto sexuado fuese y se viviese de manera auténtica conforme al sexo que se es y se siente, de forma legítima y libremente”.
“Cuando hablamos de identidad sexual hablamos de un concepto y un valor, independientemente a un cuerpo, a lo que se haga con él y a los genitales que se tengan. Hablamos de un proceso biográfico de sexuación como sujetos sexuados que somos y no podemos no serlo y que, además determina la sexistencia (existencia como sexuado)”.
“Al hablar de identidad sexual no hablamos de genitales u órganos reproductivos”.
“Cuando hablamos de identidad sexual no hablamos de un verdadero hombre y una verdadera mujer. No existe un hombre y una mujer verdaderos, ni otros que sean falsos o de mentira”.
“Desde la ciencia de la Sexológica y en base al cuadro de articulación general del Hecho Sexual Humano de Efigenio Amezúa, existen tantos hombres y mujeres como hombres y mujeres hay en la tierra. Este es el resultado de que seamos sujetos sexuados únicos e irrepetibles, y, además, desde esta concepción no cabe duda alguna de la comprensión de que la diversidad sexual es un hecho y no una excepción”.
“En el colegio aprendiste que los hombres tienen cromosomas XY y pene, y las mujeres cromosomas XX y vulva. Pero esto no siempre coincide. Bueno, hay mucho más…”
“Puedes tener cromosomas X e Y, y que él Y no tenga el gen SRY y tienes un cuerpo con muchas características femeninas, ¡vulva incluida! y al nacer te etiqueten como niña”.
“Puedes tener dos cromosomas X, y que uno de ellos tenga el gen SRY y tienes un cuerpo con muchas características masculinas, ¡pene incluido! y al nacer te etiqueten como niño”.
“El gen SRY, ubicado en el cromosoma Y, es el principal responsable del desarrollo de las características masculinas en mamíferos”.
“Puedes tener dos cromosomas X y también uno Y, y tener pene”.
“Puede que al nacer te etiqueten como niña porque no tienes pene, por una deficiencia en la 5-alfarreductasa y a los 12 años te crece el pene”.
“Hace cien años surgió la primera generación de sexólogos, Iwan Bloch, Havellock Ellis, Magnus Hirschfeld y Gregorio Marañón. La intersexualidad es un concepto con casi cien años. Ellos defendían que los estados intersexuales son originariamente fenómenos de la más pura normalidad. Sobre esta normalidad ambigua se dibuja la evolución fisiológica de los sexos hacia la diferenciación. Y así, con este fondo único y obligado, se interpretan claramente las modalidades de la vida de los sexos. Lo masculino y lo femenino no son dos valores opuestos, sino grados sucesivos del desarrollo de una función única: la sexualidad”.
“La intersexualidad es la clave que mejor posibilita comprender y explicar todos los hechos de diversidad sexual. Todos los sujetos sexuados se sexúan en masculino y en femenino. Todos y todas tenemos en diferentes medidas, rasgos femeninos y rasgos masculinos. Cada sujeto es el resultado de una combinación única y peculiar de rasgos femeninos y masculinos, y esto nos hace diferentes unos de otros, y a la vez parecidos”.
“La intersexualidad, no es la excepción: es la norma. Cada uno de nosotros somos un edificio complejo y estamos hechos con muchísimos ladrillos. Casi todos los ladrillos se colorean de azul o de rosa. El edificio mismo es, parece ser y se siente ser, azul o rosa. Pero no hay ningún edificio con sólo ladrillos rosas o con solo ladrillos azules”.
“Cuando hablamos de transexualidad hablamos de una persona con una psique totalmente sana, lúcida y libre de psicopatologías. Muchas personas trans desde su más tierna infancia saben cuál es su identidad. No son personas que se arrepientan. Se pueden rendir como respuesta a la hostilidad de la sociedad. La transexualidad nunca se puede corregir, porque no es una enfermedad, ni un trastorno, ni una anomalía”.
“La transexualidad es un hecho de diversidad sexual. Se puede cambiar la morfología de los genitales, pero el hecho de que alguien sea un hombre o sea una mujer, no se puede cambiar, y mucho menos operar. Otra vez se confunde el sexo con los genitales. Las mujeres transexuales son mujeres y los hombres transexuales son hombres. No son otra cosa”.
“La identidad sexual sólo se puede conocer con certeza cuando, con la conquista del lenguaje, a partir de los dos años, se empieza a hablar y a expresarse, afirmando soy un niño, o soy una niña. La identidad no se puede adivinar desde fuera del sujeto. Únicamente puede ser expresada desde dentro. La identidad, tiene que ver con procesos mentales. No se encuentra en los genitales”.
“Cuando hablamos de orientación sexual sucede algo parecido a lo que se ha tratado anteriormente en el campo de la identidad sexual, y es que ningún profesional puede descubrir la orientación del deseo de un individuo, sino que esta será fundamentalmente una cuestión que el individuo viva y con la que se identifique”.
“Cuando hablamos de orientación sexual hablamos de aquello que nos gusta, de aquel o aquella por quién te sientes atraído/a y, por lo tanto, nos genera deseo. La orientación del deseo de los individuos suele encontrarse orientada hacia los hombres o hacia las mujeres, aunque en ocasiones esto no siempre está tan claro. Desde la sexología se habla de: Ginerasta, cuando se desean mujeres. Y Anderastia, cuando se desean hombres”.
“Heterosexualidad: orientación hacia el otro sexo, hombre o mujer. Homosexualidad: orientación hacia el mismo sexo, hombre o mujer”.