Publicado en “Siete Días Yecla”
“Prohibido fumar”
Hace cerca de 40 años se empezaron a
publicar los primeros estudios que relacionaban el tabaco con el cáncer de
pulmón. Irlanda, en marzo de 2004, fue el primer país europeo en prohibir
totalmente el consumo de tabaco en los espacios públicos. El resto de los
países de la UE
han ido aplicando esta medida años después. Y España en mi opinión no lo ha
hecho bien. Debió aplicar la prohibición en su totalidad desde el principio,
como Irlanda, y no parcialmente habilitando zonas para fumadores y no
fumadores.
Cada 31 de Mayo, la
Organización Mundial de la Salud organiza el
Día Mundial sin Tabaco, una iniciativa destinada a recordar los grandes
perjuicios que acarrea el tabaco para la sociedad, uno de los problemas más
graves de salud pública. Cuestionar a estas alturas que fumar aporta más
problemas que satisfacciones resulta estúpido. El tabaco, un producto que
paradójicamente se vende legalmente y del que se lucra el estado, causa
adicción, discapacidad y muerte.
Cada persona puede hacer
con su cuerpo y con su vida lo que le plazca pero sabemos que los fumadores por las
enfermedades, que antes o después, desarrollan acaban generando un enorme gasto
sanitario a los que todos, con nuestros impuestos, hacemos frente. Si además de
esto resulta que la exposición pasiva al humo del tabaco, un aire repleto de
sustancias cancerígenas, tóxicas y adictivas, también afecta seriamente a la
salud que quieren que les diga, me parece acertado, sensato y estupendo que de
una vez por todas se prohíba fumar en todos los espacios públicos.
Demasiado tarde llega esta medida porque la
mayoría de los españoles, afortunadamente, no fuman. La verdad es que cuando
las cosas no se hacen bien, con criterios claros, desde el principio todos
salimos perdiendo. Lo primeros en este caso, y entiendo perfectamente su
malestar e indignación, los empresarios que invirtieron mucho dinero en
establecer zonas separadas para fumadores o no fumadores en sus negocios.
Tienen todo el derecho a quejarse y a pedir explicaciones, pero que tampoco
arremetan ahora contra los no fumadores culpabilizándoles ni diciendo cosas
como que la gente va a dejar de salir a cenar o a tomar una copa o a bailar por
no poder fumar.
Cuando se saca el tema de lo perjudicial
que resulta el tabaco frente a un consumidor, lo primero que te dice es que
este no es el único producto nocivo para la salud. Y tanto que no lo es. Veneno
que enferma y mata es también el CO2 de nuestra atmósfera y la gran cantidad de
productos químicos usados en agricultura, ganadería y cosmética que consumimos
a diario con total desconocimiento sobre ellos. Pero hay una gran diferencia
con respecto al tabaco. Hoy por hoy, por desgracia, no disponemos de medios para, por ejemplo, purificar el aire que
inhalamos. Tampoco somos capaces de criar, cultivar y conservar exentos de
venenos a nuestros propios animales, frutas y verduras. Pero sí podemos elegir
no fumar.
Los fumadores no son terroristas, ni
delincuentes, ni gente de mal vivir. Son libres de seguir consumiendo o
dejarlo. Pero si fuman no tienen que resultar perjudicados los que han optado
por no llevarse un cigarrillo a la boca. Lo que tendrían que hacer fumadores y
no fumadores es un frente común para
exigirle al estado que no espere 40 años, porque los estudios ya están hechos,
para eliminar todos los componentes químicos que provocan o ayudan a
desarrollar un cáncer. Podrían empezar, por ejemplo, volcándose de lleno con la
agricultura ecológica para que cualquier ciudadano pueda adquirir estos
productos. Tampoco estaría de más abandonar el cultivo de transgénicos,
prohibir los parabenos y un larguísimo etc.
Por una vez España podría adelantarse al
resto de los países europeos apostando desde todos los frentes por la
salud de todos sus ciudadanos.
~ Delfina Marco ~