Ayer, organizado
por Amites Yecla Ong, asistí a la conferencia titulada “Relaciones en positivo”,
impartida por Maribel Ruiz Almarcha, psicóloga clínica y coach. Experta en
inteligencia emocional y terapia familiar.
La charla se centró
en cómo aprender y desarrollar habilidades, que nos permitan relacionarnos de
una forma positiva con nuestro entorno. Porque nuestra felicidad depende en
gran medida de cómo conectemos y nos comuniquemos principalmente con la pareja,
hijos, familiares y amigos.
Maribel Ruiz
Almarcha terminó su conferencia con algunas recomendaciones.
“Cuídate para poder
cuidar a los demás. Busca y ofrece la mejor versión de ti mismo. Se auténtico,
coherente con lo que piensas, sientes y haces. Siembra lo que quieras recoger. No
hagas por los demás aquello que son capaces de hacer por sí mismos. Respeta las
responsabilidades del otro. Crea un entorno de equilibrio y armonía. Genera y
disfruta de espacios de relaciones sanas, de relaciones inter-dependientes. Aléjate
de las relaciones tóxicas. Revisa tus expectativas. Se responsable de tus
conductas”.
Como en otras ocasiones, deseo compartir una
pincelada del contenido de la conferencia.
La clave para gestionar nuestras relaciones de una
forma positiva es la suma de actitudes (empatía, escucha activa, proactividad, autenticidad)
y de técnicas (comunicación, asertividad, feedback, preguntas)
“La asertividad consiste en expresar nuestros
sentimientos de forma clara. Saber pedir, saber negarse, ser flexible,
negociar. Respetar los derechos de los demás. Saber hacer y recibir cumplidos.
Saber hacer y aceptar quejas”.
¿Qué claves necesitamos para gestionar nuestras
relaciones de una forma positiva? Imaginemos una mesa con tres patas.
Observación y atención, confianza y respeto.
Respeto significa valorar, aceptar, reconocer y apreciar.
Decía Kant “Los seres humanos deben ser respetados porque son un fin en sí
mismos”.
“Para que las relaciones con los demás resulten de
calidad, saludables y positivas, tenemos que practicar las siguientes acciones
básicas. Acordar, escuchar, reconocer, pedir y ofrecer”.
“Para relacionarte en positivo tienes que darte cuenta
del impacto que causas en los demás. Comprender cómo ves al otro y cómo te ven
a ti. Descubrir tus patrones y poder mejorar tu comunicación. Cuidar tus
relaciones importantes. Mejorar la eficacia de un equipo. Cuidar tu autoestima
y la de los demás”.
“Escuchar es lograr que el otro se sienta
comprendido y valorado. Es poner atención a las emociones, palabras, silencios
y acciones. Es descubrir el sentido que el otro da a las personas y situaciones,
su para qué.
Tenemos que aceptar que somos distintos por
naturaleza. Que podemos no estar de acuerdo con el otro y reconocer que, al
escuchar interpretamos, juzgamos, nos equivocamos, nos emocionamos,
reaccionamos. Hay que asegurarse, tener
la certeza, de que lo escuchado es lo dicho y que, lo sentido, es lo que el
otro intentó decir”.
“El estrés, las preocupaciones, los juicios, la
falta de atención son bloqueos, barreras, que nos impiden escuchar. No saber
escuchar produce rechazo del otro, distanciamiento, conflictos”.
“La confianza es escucha activa, cumplir lo
prometido, ser honesto, no crear ni crearse expectativas. Ofrecer lo mejor de
mí, y hacer que tu aquí y ahora sea lo más importante”.
“Reconocer es mostrar y hacer sentir al otro lo
importante que es para ti. Es decirle las cosas que valoras positivamente y cuáles crees que necesita cambiar. Todos
necesitamos ser reconocidos, afecto y valoración positiva. Tus opiniones sobre
los demás, no les definen. Tus opiniones influyen en la forma en que los demás
se ven a sí mismos y en cómo se relacionan contigo. Puedes cuidar o dañar la
autoestima del otro”.
“Pedir es explicar al otro la necesidad de que haga
algo determinado. Al pedir doy la
oportunidad al otro de dar. Soy digno de ser escuchado y ayudado. Acepto el
derecho del otro a decir no, sin cuestionar mi dignidad”.
“Muchas veces sufrimos bloqueos que nos impiden
pedir. Pensamos: no quiero estar en deuda contigo, me preocupa que haya un
conflicto si me dices no, me preocupa que me puedas ver débil, no merezco el
derecho a pedir. No saber pedir tiene consecuencias. Sobrecarga, victimización
y resentimiento”.
“Ofrecer es proponer al otro algo que satisfaga sus
necesidades. Hay que escuchar, ver al otro para descubrir sus necesidades,
objetivos, intereses. Tengo que saber ofrecer lo que el otro necesita, no lo
que yo considero. Buscando el equilibrio entre lo que doy y recibo. Cuando no
sabemos ofrecer surge la tristeza, inseguridad y frustración”.
“Acordar consiste en establecer compromisos para el
futuro, para satisfacer intereses y necesidades de las partes. Los acuerdos
tienen que ser claros, concretos, con plazos y requerimientos. Hay que reclamar
cuando no se cumplen, renegociar y celebrar el cumplimiento”.
“Yo propongo, tanto con los hijos como con las
parejas, escribir lo acordado en un papel. Y no tener nunca miedo de
expresarse, de decir lo que te molesta y lo que te agrada o encanta. Hay que
procurar centrarse en las cosas positivas de quienes nos rodean. Al levantarte
cada día dile algo bueno, algo positivo a quien tengas al lado. Lo que veas en
el otro es un reflejo de lo que tú también tienes. Es un doble reconocimiento”.
Antes de iniciar una relación en pareja yo
recomendaría practicar “El Amor a las 12…Te”. Conócete, acéptate, amate,
cuídate, disfrútate, muéstrate, comparte, enamórate, reconócete, escúchate,
entrégate, y desde ahí se coherente con tus te quiero, te deseo, te perdono, te
siento, te amo”.
3º Foto: Amites Yecla Ong
Toda la razón del mundo. Gracias por compartirlo.
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