Ayer 26 de
noviembre asistí a la conferencia “Salud, alimentación e imagen. Que la comida
no sea un problema” impartida por Esther García-Serna, dietista-nutricionista, organizada
por la Asociación para los Trastornos de la Conducta Alimentaria Yecla, TCAYA.
Esther García-Serna
comentó, entre otras cosas, que una de cada diez personas presenta un trastorno
de la conducta alimentaria. Que cuanto más insatisfecho estés contigo mismo más
comida insana consumirás. En general todos comemos más de lo que necesitamos.
Además de aprender a comer sano y equilibrado también debemos conocer el origen
de nuestros alimentos, cómo se crían, cultivan y procesan. Hay que huir de las
dietas que crean una relación amor/odio
con la comida. Y desde pequeños debemos favorecer la autoestima, potenciar lo
bueno, la auto-aceptación y auto-imagen positiva. “Hay que aceptar la
diversidad como natural. Rechazar ideales irreales de belleza. Aprender y
enseñar a desarrollar un sentido crítico frente a los estereotipos. Predicar
con el ejemplo, con hábitos de alimentación saludables, con comidas en familia
de forma habitual. Favorecer la comunicación familiar y la autonomía, no
sobreproteger a los hijos, darles cariño”.
“Cuando asistamos a
conferencias o busquemos información sobre nutrición en internet, conviene
estudiar un poco al ponente, al autor, valorar con qué base científica habla,
qué patologías y conocimientos de alimentación tiene, y si existen otros
intereses”.
“La prevención de
los trastornos de la conducta alimentaria, TCA, anorexia, bulimia, trastorno
por atracón, vigorexia y obesidad se logra con la información, sabiendo cómo
actuar y buscando ayuda”.
“Una de cada diez
personas tiene TCA. Aparece principalmente en población de 12 a 21 años. El 4,5 % de los adolescentes
las padecen, un 5% de chicas y un 2,5 % de chicos. Esto es muy serio, tendrían
que darse muchas más conferencias como la de hoy, porque estos trastornos siguen
siendo un tema tabú, los medios de comunicación hablan muy poco de ello”.
“Ahora mismo por
delante de la anorexia y la bulimia, que cada vez hay más, es más común entre
la población el trastorno por atracón. También ha aumentado mucho la
vigorexia”.
“En España el sector
de la estética factura 6.700 millones de euros al año. En Europa 77.000
millones anuales. Nuestro país es el 5º que más factura”.
“El estudio Anibes
refleja que solo consumimos un 3% de legumbres. La media de consumo de azúcar
al día es de 75 g cuando no deberíamos superar los 25 g. Comemos al día una
media de 12,5 g de fibra. Y deberíamos consumir 30 g aproximadamente. Nos
alimentamos con exceso de productos animales, sobre todo cárnicos. Nuestra
dieta carece de productos vegetales”.
“La pirámide de
alimentación ha ido variando. Ahora además de conocer qué tenemos que comer y
cómo lo comemos también debemos saber de dónde vienen esos alimentos, cómo se
cultivan, crían y procesan”.
“Respecto a la
ganadería tenemos que lograr un consumo moderado, más responsable y ecológico.
No es sostenible cenar pollo cuatro veces a la semana porque resulta más rápido
y cómodo que preparar un buen plato de verdura”.
“Además de comer
bien, comida local, de temporada, preparada de forma casera y en familia,
charlando, prestando atención a la comida y no a la televisión, también hay que
hacer ejercicio y dormir de siete a ocho horas”.
“Las legumbres
deberían ser la primera fuente de proteínas, por delante de carnes y pescados.
La proteína de origen vegetal (soja, garbanzos, alubias…) tiene mejor calidad
que la de origen animal. Nos aporta más fibra, menos grasa y además resulta más
barata. Se deberían consumir legumbres cuatro veces por semana. Las bacterias
de la microbiota de nuestro intestino se nutren de alimentos de origen vegetal.
Para que nuestro cerebro funcione bien también debe hacerlo nuestro intestino”.
“Existe mucha
controversia sobre los lácteos. No existe ningún estudio que se haya
posicionado en contra, que diga que son malos, siempre y cuando se realice un
consumo racional. Lo que habría que
cuestionarse, como antes indiqué, es la ganadería masiva, la sobreexplotación
de animales, las hormonas y antibióticos que se les administran”.
“El azúcar es malo,
todas su variedades: blanca, morena y panela. Desregula al cuerpo, aumenta la
obesidad. Cuantos menos dulces consumamos mejor. Aumentan las probabilidades de
desarrollar enfermedades cardiovasculares, cáncer e hipertensión”.
“El alcohol es
tóxico, es perjudicial incluso a dosis mínimas. Lo de la media copita de vino
en las comidas no es saludable”.
“No conviene pasar
muchas horas sin comer porque acumulas un hambre voraz, y el cerebro te pide
comer algo muy calórico y rápido. Llegas a casa y devoras lo que no debes. Si
se come cada tres horas, por ejemplo, no te da tiempo a acumular tanta hambre.
Tienes tiempo de pensar qué vas a comer y cómo lo vas a preparar. No hay por
qué pasar hambre. Hay que ingerir menos calorías y más nutrientes. Alimentos de
verdad, comida sana”.
“Hay que
diferenciar entre tener hambre y ganas de comer. Hambre es cuando el cuerpo te
avisa que necesita energía, es algo fisiológico. El hambre se soluciona
comiendo comida sana. Las ganas de comer son una emoción, un deseo, un antojo. Sientes
ansiedad, estrés, aburrimiento, tristeza y comes, a veces compulsivamente,
chocolate, helado, patatas fritas, lo que más te gusta, tu debilidad, para
liberar endorfinas y contrarrestar las emociones que sientes. Esto a medio
plazo genera culpa, es la raíz de la mayoría de los trastornos de alimentación.
Parten de esas ganas de comer, de esa comida emocional”.
“Hay que huir de
las dietas antipersona, restrictivas, incompatibles con la vida social, que
crean una relación de amor/odio con la comida. Hay que aprender a comer de todo
con equilibrio. Todos comemos más de lo que necesitamos”.
“Si hacemos una
dieta muy restrictiva, monótona, muy baja en hidratos de carbono al final
aumenta la ansiedad por los hidratos y el azúcar. Si nos excedemos en la ingesta
proteica provocamos una sobrecarga renal”.
“Las dietas de
choque y detox provocan una eliminación excesiva de líquidos y de los depósitos
de glucógeno. Vaciado intestinal. No hay por qué depurar el cuerpo, ya lo hace
él solito”.
“Las dietas con
‘día libre’ suelen ser muy restrictivas, casi sin hidratos. El día libre se
come con mucha ansiedad y voracidad. Pueden desarrollar el trastorno por
atracón”.
“Las dietas
sustitutivas, se basan en tomar batidos de una marca en concreto, no enseñan a
comer. Generan mala alimentación y ansiedad por la comida. Si te pones a leer
lo componentes te puedes encontrar, por ejemplo, con 16 g de azúcar por dosis”.
“Ojo a los productos, a los alimentos
engañosos. Nos anuncian una mayonesa baja en calorías. Es mentira, lee con
atención el etiquetado. La mejor mayonesa es la que preparas en casa. Lo mismo
sucede, por ejemplo, con los yogures 0% calorías. No tenemos por qué comer un
yogurt desnatado. Los edulcorantes también engordan, no sacian. En el mercado
no existe ninguna galleta sana”.
“Cuando la imagen,
la estética, se impone aumentan los TCA. Nos bombardean constantemente, con
publicidad, con anuncios muy agresivos, con un estándar irreal de belleza. La
mayoría de las fotos están retocadas. Se afina la cintura, se aumenta el pecho,
se aplana el vientre, se reducen brazos, muslos, caderas. Cuanto más
insatisfecho estés contigo mismo más comida insana consumirás”.
“Aprende a ser
positivo a cuidar tu salud emocional. Ten confianza en ti mismo, en tus
familiares y amigos. En lugar de decir ‘no puedo porque’ usa ‘necesito esto
para…’ No critiques a los demás, mira
siempre el lado positivo de las cosas, de la vida”.
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