Me siento muy afortunada de haber descubierto a Pierre Lemaitre. He disfrutado mucho con esta novela ágil y desenvuelta, luminosa y oscura, dura y tierna, que mantiene el interés de principio a fin. Me ha fascinado la capacidad del autor para cambiar el tono de la narración, desde la tragedia a la parodia. Su tono crítico, humorístico y sarcástico. Sus personajes están muy bien trabajados, son reales, pareces tenerlos a tu lado. La historia daría pie a una versión cinematográfica. Te quedas con ganas de una segunda parte. Me lo he pasado en grande leyendo.
La historia se desarrolla en los años treinta, en París, Beirut y Saigón. Nos sumerge en la vida de una familia muy peculiar, los Pelletier. Un matrimonio propietario de una próspera fábrica de jabones, y cuatro hijos con ideas y metas muy distintas. No faltan historias de amor, aventuras, escándalos, secretos, intriga, suspense, corrupción e incluso asesinatos.
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